“El misterio de la Virgen no está tanto en quien la trajo, sino lo que está haciendo hace cuatrocientos años”, enfatizó el padre Gustavo Molas

miércoles, 11 de septiembre de 2019
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11/09/2019 – El padre Gustavo Molas desde la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle en Catamarca, y camino al IV Congreso Mariano Nacional que tendrá sede en Catamarca del 23 al 26 de abril de 2020., comenzó describiendo las raíces de su fe “En mi caso mis dos padres venían de familias cristianas, siempre han tirado parejo en todo orden, los dos eran docentes, y en cuanto a la participación en la iglesia, los dos participaron de la Acción católica, gente que llevaba una espiritualidad muy natural”, indicó.

En esta primera parte de la entrevista que le hizo el padre Marcelo Amaya, responsable de prensa y comunicación del Congreso, el padre Gustavo expresó que “La devoción a la Virgen se me pegó desde chico”. “Mi historia con la Virgen no es distinta al resto de los catamarqueños, la tengo incorporada naturalmente”.

Padre Marcelo Amaya

El padre Gustavo Molas, actualmente es Capellán del cementerio y colaborador en la Catedral Basílica. Participa del equipo de redacción de la revista Stella y forma parte de la Comisión de historia del año y Congreso Mariano Nacional 2020.

¿Cómo entiendes el fenómeno de la piedad popular en la devoción de la Virgen del Valle?

En este sentido, respondió expresando que “Cuando en el año 1764 se hizo el primer raconto desde el momento en que había sido encontrada en la gruta se dieron cuenta de que el tiempo pasaba y que había cosas que se empezaban a mezclar, tradiciones, y se hizo a través del Cabildo una información jurídica y ahí se comparó la devoción de la Virgen del Valle con el Arca de la Alianza”.

“La historia de Catamarca tiene mucho de parecido con el Antiguo Testamento, la historia de Israel hasta Cristo, no se pueden disociar los elementos históricos de la fe porque es una historia de fe o una fe histórica”, destacó el padre Gustavo.

Por otra parte, hizo hincapié en que “El misterio de la Virgen no está tanto en quien la trajo, sino lo que está haciendo hace cuatrocientos años, eso es para mi la fuerza de la imagen, que no la han cambiado”, enfatizó el padre Gustavo Molas.

“Desde que María partió sin demora al pueblo de la montaña de Judá, hasta el día de hoy no paró nunca, es andariega”, indicó el sacerdote.

¿Cómo es la devoción a la Virgen en el pueblo de San Luis?

Se sumó al diálogo, Matías Rocha de San Luis que está trabajando con el padre Matías Daminato, el cual es el delegado diocesano por esa diócesis y respondiendo a esta pregunta comenzó diciendo que “El pueblo de San Luis es una diócesis relativamente joven, ochenta y cinco años, pero desde antes de que se fundara nuestra diócesis, es un pueblo totalmente mariano”.

“Aquí por el año mil ochocientos fueron los dominicos los que trajeron la devoción a la Virgen del Rosario del Trono”, relató. Y completó diciendo que “Si bien nosotros en la provincia, no tenemos como una advocación mariana que nos congrega a todos, pero si en la ciudad capital es muy fuerte”. “Tenemos las dos grandes fiestas como es la fiesta del Cristo de la Quebrada”, describió.

Por otro lado, Matías contó sobre la devoción mariana existente en Mercedes “Aquí en Villa Mercedes tenemos la fiesta a Nuestra Señora de la Merced que es la patrona de nuestra ciudad, que allá por el año 1870 -antes se llamaba Fuerte Constitucional- y a pedido del pueblo que vivía en el fuerte en ese entonces pidió cambiarlo por el de Villa Mercedes en honor a nuestra Madre”, recalcó.

Finalmente, Eugenia Arrosa entrevistó a a Daniela, que trabaja con la infancia y adolescencia misionera en la diócesis de Catamarca, especialmente desde el Colegio del Carmen y San José.