El Santuario Hogar, un lugar de conversión y acogida – Hna. Clara María

lunes, 13 de agosto de 2018
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09/08/2018 – “Los santuarios de Schoenstatt, por ser tan parecidos, justamente nos ayudan a sentirnos bien, es una de las gracias que decíamos, la gracias del cobijamiento”, comenzó reflexionando la hermana Clara María Berceche, del Movimiento de Schoenstatt. En torno a esto, contó una anécdota de una familia chilena que viajó a Alemania, iban por un tiempo a vivir allá. Los padres estaban preocupados de ¿Cómo harían los chicos para sentirse en casa en un país tan diferente? Cuando llegaron por fin al Santuario, el más pequeño, al verlo, exclamó: Mamá. ¡Chile! “Al mirar el santuario ella se sintió en Chile”, indicó la hermana Clara.

Origen del Santuario Hogar: Si un depósito se transformó en un santuario…

Relató otra anécdota que refleja cómo se iniciaron los santuarios hogar: “Esto sucedió, cuenta la hermana Clara María, cuando el Padre José Kentenich estaba exiliado en Estados Unidos”. “Una señora de Estados Unidos, que se encontraba muy preocupada porque tenía 8 hijos, era muy poco práctica, marcadamente intelectual y su casa era un caos. Se sentía un caso perdido. Comenzó a participar de los encuentros para matrimonios que tenía el Padre Kentenich allí.

Como la señora había leído que el santuario antes de ser lugar sagrado era un depósito de herramientas del jardín medio abandonado se animó a preguntarle al Padre si su casa podía transformarse en un santuario para que la Virgen se la ordenara y embelleciera.

El Padre quedó en silencio y luego les dijo: Piense usted misma cómo quisiera que se realice esto.

La señora lo pensó y junto con una amiga se propusieron a preparar sus casas para que viniera el Padre Kentenich y lo consagrara como un santuario hogar. Ella lo quiso realizar en las vísperas del día de la Inmaculada ya que esa fiesta le hablaba de orden, belleza y armonía. Así fue, ordenaron sus hogares y llegó la fecha fijada. El Padre Kentenich las visitó, rezó una hermosa oración en la que incluía al esposo y a los hijos, invitando a María Santísima a descender y quedarse en ese hogar.

Ellas contaron su experiencia a otras familias y así se propagó hacia los que compartían las charlas que daba el Padre Kentenich. Hoy esto está diseminado por todo el mundo y existe una verdadera red de santuarios del hogar“.

La Hermana Clara agregó que “El Padre Kentenich intuyó que la familia, tan bombardeada y amenazada en su identidad humana y religiosa, no podría subsistir si no contaba con una fuente de gracias. A partir de ese momento los Santuario Hogar se fueron difundiendo cumpliendo su objetivo de gestar una familia nueva según el ejemplo de la familia de Nazaret”.

Finalmente la hermana Clara María, recordó las palabras del Papa Francisco sobre la familia, “La dignidad de una persona, y la justicia social deben ambas pasar por el portal de la familia”.

“Santuario hogar “portal de la familia”, es un portal de bienvenida, de conversión. Es un portal de misión”, indicó.

“¿No deberíamos invitar a nuestros hogares a las personas mayores de la parroquia, las cuales visitamos y no tienen familia ni la posibilidad de salir de su casa y dejarles saber que nosotros somos su familia? Hemos empezado a implementar nuestro santuario hogar, un “portal para darle la bienvenida” a todos. Queremos romper las barreras de nuestra vida de comodidad y poner un gran portal de bienvenida en su lugar”, expresó la hermana Clara María Berceche, del Movimiento de Schoenstatt.