El Silencio como camino de encuentro con Dios

jueves, 1 de abril de 2021
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31/03/2021 – Esta semana compartimos, como cada miércoles, el ciclo “Bien de Paz” junto a la comunidad Belén.

Recordamos que la Comunidad Belén es una comunidad misionera al servicio de la evangelización y la promoción humana, la dignidad de la vida y la promoción de misioneros y obreros de la paz.

En este espacio nos acompañó como siempre el padre Adrián Santarelli y contamos, además, con la participación de Gerardo Rodríguez, Patricia Di Marzio y Guillermo Busso.

En esta oportunidad abordamos el tema del silencio como camino y cómo encontrarse con el Señor en el silencio y cuáles son los frutos del silencio en la oración de contemplación.

En el silencio habla Dios. Toda persona necesita de un espacio para sí misma, donde cultivar la propia vida interior; donde las acciones encuentran su sentido”, ha dicho el Papa Francisco en una de sus Catequesis sobre la oración.

“El silencio no es quedarse callado, no es el mutismo, el silencio no es el no saber comunicarnos. Al contrario, el silencio nos invita a aprender a comunicarnos. Hay una gran crisis de comunicación de no saber expresar lo que vivimos, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, cómo hablar entendiéndonos bien, y no desde nuestras frustraciones y enojos. Hay un silencio positivo, activo y  que parte de la escucha: “Habla que tu siervo escucha” (1 Samuel 3:10)

La contemplación: un encuentro de miradas

El santo Cura de Ars contaba muchas veces esta anécdota: “Había en la parroquia un hombre que entraba en la iglesia antes de ir al campo y se olvidaba de sí mismo ante Dios. Un vecino se acercó y le preguntó ¿Qué haces aquí tanto tiempo? y él respondió: ‘Yo miro a Dios y Dios me mira a mí’. El Cura de Ars repetía este hecho con frecuencia: ‘Él miraba a Dios y Dios lo miraba a él’. En eso consiste todo.

“Los grandes maestros del espíritu han definido a la contemplación como una mirada libre y penetrante, o bien como una mirada amorosa sobre Dios. Esto significa que la contemplación cristiana nunca tiene un único sentido. Son dos miradas que se encuentra: nuestra mirada sobre Dios y la de Dios sobre nosotros. Y esto en el mayor silencio posible, interior y exterior”

“El silencio es un encuentro de miradas. El silencio es el esposo predilecto que custodia la contemplación, como José custodiaba a María”.

Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota