“En África comprendí que evangelizar es humanizar”, dijo la hermana Liliana Di Gialleonardo

martes, 6 de julio de 2021

06/07/2021 – En el ciclo “Convocados” que cuenta con la producción de Gastón Natale, el padre Pablo Savoia y Damián Barneche entrevistaron a la hermana Liliana Di Gialleonardo, de los Auxiliares Parroquiales de Santa María, sobre la vocación misionera. Comenzó diciendo el padre Savoia que “cuando me hablan de esta vocación y de la vida misionera tengo que decir que todos estamos invitados a hacer misión. En el Concilio Vaticano II y el documento de Aparecida ya nos recuerda esto. En Aparecida se habla de ser discípulos y misioneros. En la vocación misionera ad gentes se hace referencia a la misión que se lleva adelante en lugares donde recién se está haciendo el primer anuncio de Jesús resucitado”.

Di Gialleonardo enfatizó: “Mi vocación misionera nace de mi llamado religioso, me gusta llevar la buena noticia de Jesús. Un primer momento fue cuando me sentí llamada a seguir al Señor en las Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María. Pero después sentí que Jesús me llamaba a un nuevo sí que me llevaba fuera de Argentina. En 2010, el obispo de Xai Xai nos invitó a participar de la misión en Mozambique, así que fuimos haciendo un discernimiento, incluso en el lugar. En mi caso viajé junto a otra religiosa a conocer la misión para ver si era lo que Dios nos estaba pidiendo”.

La hermana Liliana narró también: “Allá comprendimos que en la Iglesia no hay extranjeros, en África nos sentimos en casa, en familia. Los africanos son muy cordiales, te hacen sentir de esa manera. La iglesia africana tiene una estructura ministerial donde lo fuerte son los carisma o ministerios. Es como nuestras pastorales acá. Nosotras vivimos el carisma sacerdotal y mariano, como ofrenda e intercesión cotidianos. Entre las comunidades que acompañamos está la del padre Juan Gabriel Arias en Mandgunze, en la zona rural. Todo forma parte de la provincia de Gaza. Evangelizar es humanizar, esto lo comprendo allá. Evangelizar es ayudar a crecer en dignidad. A veces decimos: “pobrecitos, los vamos a asistir porque no tienen nada”. Y no es así, lo que necesitan a quienes misionamos en África es que seamos hermanos”.