“En el barrio Carlos Mugica hay valores evangélicos”, destacó el sacerdote porteño Willy Torre

martes, 15 de diciembre de 2020
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15/12/2020 – El padre Guillermo “Willy” Torre es párroco de la comunidad Cristo Obrero en la ex Villa 31 de la ciudad de Buenos Aires, desde hace un tiempo rebautizada como barrio Carlos Mugica. Este año este sacerdote contrajo coronavirus. “Fue leve, cumplí con el protocolo del coronavirus sin problemas”, dijo. “Retiro tiene el barrio Carlos Mugica, con más de 70 años de existencia. Siempre subsistió incluso durante la última dictadura militar. Tiene 60 mil habitantes. Aquí yo estoy desde el año1999. En este barrio hay valores evangélicos, esto es una reserva de raíces de fe cristiana que tiene la ciudad de Buenos Aires”, relató. Por otra parte, el padre Torre expresó: “El martirio se vive cada día, algunos lo entregan con su sangre, pero son los menos. El padre Basilicio Britez, conocido como el padre Bachi es un ejemplo de esto. Dio todo por su gente y se nos fue por la pandemia”..

“Mis abuelos eran todos inmigrantes, con mucha religiosidad. Yo nací en Villa Luzuriaga, en La Matanza. Fui bautizado dos días después de nacer. Soy el menor de 4 varones. Mi padre estuvo en el seminario pero luego abandonó y formó nuestra familia. Me crié muy cerca de mis primos paternos en La Matanza, hasta que mi familia se mudó a Capital, en el Villa del Parque. Fui a la escuela pública siempre, pero recién a los 21 años se me planteó la vocación sacerdotal. Mi abuela paterna rezó mucho para que hubiera un cura en la  familia. Cuando entré al seminario sabía que iba a ser sacerdote pero no me planteaba ser un cura villero”, manifestó.

“Mientras era seminarista comencé a ir con la gente de la parroquia San Cayetano a una villa, a la Itatí de Bernal, ahí me picó el bichito de ser cura villero. Luego me enviaron al Bajo Flores y ahí conocí al padre Rodolfo Ricciardelli y él me comenzó a hablar del padre Carlos Mugica. Cuando me ordené sacerdote le dije al cardenal Antonio Quarracino que me gustaba la idea de servir en las villas y lo logré en marzo de 1999, cuando mi obispo de entonces, Jorge Bergoglio, llegué a la capilla Cristo Obrero de Retiro, cuando ni siquiera era parroquia. Estuve a cargo de todo el proceso para traer los restos del padre Mugica al barrio, fue muy emotivo”, rememoró.

Mi aislamiento por el covid fue una experiencia que me obligó a parar la pelota y a reflexionar sobre la pandemia en los barrios populares de Buenos Aires. Pensé mucho en nuestra gente y en sus sufrimientos. Recibí muchos mensajes de aliento, muchos rezaron por mí. En este tiempo sentí que Dios sostiene a las personas, a las obras y  a las cosas”, destacó el padre Willy. Y respecto al debate por la legalización del aborto, expresó: “Ojalá los senadores escuchen al pueblo en este tema de la vida y se pueda revertir esto que ha votado la cámara de Diputados en contra de la vida”.