En las manos de Dios se hacen concreto nuestros deseos

jueves, 14 de febrero de 2019
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14/02/19.- En el día de los enamorados en Jesús queremos redescubrir la fuerza de todo amor que transforma y hace nuevas todas las cosas. La oración es escuela de fe y de esperanza. Este es uno de los rasgo nos lo revela el episodio del Evangelio. Cuando la mujer recibe la respuesta que parece terminar con toda esperanza no desiste, insiste, en actitud humilde, confiada, permanece en su petición. Le basta poco, le basta las migajas, la mira del maestro, una palabra buena del Hijo de Dios. Jesús quedo admirado por esta respuesta de fe tan grande. Que se cumpla tu deseo dice Jesús. Hoy, todos nuestros deseo mas hondos, los que hay en nuestro corazón, con toda sencillez, queremos ponerla en manos del señor, con la certeza absoluta de que ya han sido concedidos.

Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto.
En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies.
Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio.
El le respondió: “Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros”.
Pero ella le respondió: “Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos”.
Entonces él le dijo: “A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija”.
Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.

7,24-30.