¿Cómo enseñar a los niños a pensar? Por Andrea Irigoyen de Sotz

miércoles, 13 de febrero de 2019
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14/02/19 – La licenciada Andrea Irigoyen de Sotz, desarrolló el tema “Enseñar a nuestros hijos a pensar”, y comenzó diciendo que “Desarrollar el hábito del buen pensamiento ayuda a trascender”.

“Enseñarles a pensar a nuestros hijos para que puedan actuar, para que puedan discernir, y para que puedan tomar decisiones, es el puntapié para ayudarlos”, agregó.

En este sentido, expresó que “La idea es ayudarlos desde chiquitos, a que tengan el hábito del pensamiento, que tengan un pensamiento crítico, que puedan filosofar, inspirarse con las cosas, que tengan criterios, ideas, conceptos propios, pero que lo vayan adquiriendo desde la casa”, advirtió.

Escuchar lo que piensan nuestros niños

“Es bueno escuchar qué piensan, cómo piensan, cuáles son sus criterios”, dijo la licenciada.

Por otro lado, señaló que en “Hoy en el colegio muchas veces le enseñan a memorizar, y esto está bien -dijo- porque la memoria es un buen hábito para recordar e interactuar con otras personas. Pero, si bien está bien que memoricen para que aprendan, porque muchas cosas se aprenden con la memoria, la idea es que cuando sean grandes sepan discernir entre lo bueno y lo malo, por eso hay que darle ciertos criterios”.

“El pensar te hace crecer, el pensar te hace participar, imaginar, fantasear, es una capacidad que hay que desarrollar desde chiquitos”, indicó Andrea.

Destacó también que “Hasta los tres años el niño va aprendiendo intuitivamente, va observando, pero empieza a hacer algunos pequeños cálculos mentales a partir de los tres, puede llegar a leer y a escribir a los cuatro, y otras habilidades del pensamiento se van a desarrollar en la etapa de los seis años, por eso es tan importante fomentar este aprendizaje desde la casa, para ello es muy importante la interacción de preguntas, la lectura y el juego”.

En este aspecto, resaltó que “Los padres a veces tendemos a contestar -completó- a decirles lo que tienen que hacer, cómo hacerlo y nosotros somos los que les damos las consignas. Tenemos que dejar que ellos se explayen, que tengan esa creatividad que conlleva el pensar”, propuso.

Finalmente, Andrea Irigoyen de Sotz, Lic. en Relaciones Públicas, Orientadora Familiar, Máster en “Hacer Familia” de la Universidad de Navarra, España, indicó que “El pensamiento hay que desarrollarlo en todas las etapas, no hay límite para ello, no importa la clase social”. Y en consecuencia, ejemplificó contando una situación personal: “Yo visito la cárcel, a chicos jóvenes, cosa que me causa una impresión muy triste, porque a lo mejor por un par de zapatillas están ahí adentro, pero cuando vos los escuchás, son chicos que piensan y piensan bien”.

“El pensamiento es para todos, en toda situación social, económica, es una capacidad que Dios nos ha dado y cuando la dio no hizo discriminación entre pobres y ricos, sino que nos la dio para todos”, concluyó la licenciada.