Fray Mamerto Esquiú: Este es el milagro que permite su beatificación. Por Fray Pablo Reartes

miércoles, 1 de septiembre de 2021
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01/09/2021 – “La curación milagrosa atribuida a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Mamerto Esquiú es sobre una niña de Tucumán con una afección de ostiomielitis a los pocos días de su nacimiento en el fémur izquierdo que luego se hizo crónica en las semanas sucesivas”, comenzó diciendo Fray Pablo Reartes hablando sobre el milagro para la beatificación de Fray Mamerto Esquiú.

En un nuevo ciclo del programa Madre del Pueblo, el padre Marcelo Amaya, desde Catamarca, compartió acerca de la devoción a Nuestra Señora de la Asunción, el rostro de San José en este su año y junto a Fray Pablo Reartes seguimos compartiendo la vida de Fray Mamerto Esquiú, quien será beatificado el próximo 4 de septiembre.

Recibimos a Fray Pablo Reartes, quien contó cuál fue el milagro para la beatificación de Fray Mamerto Esquiú.

Milagro para la beatificación de Fray Mamerto Esquiú

Al respecto, Fray Pablo comenzó indicando que “La curación milagrosa atribuida a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Mamerto Esquiú es sobre una niña de Tucumán con una afección de ostiomielitis a los pocos días de su nacimiento en el fémur izquierdo que luego se hizo crónica en las semanas sucesivas”.

La niña nacida en Tucumán -agregó- en el momento del parto presentó dificultades respiratorias, necesitando ser internada inmediatamente en neonatología. A los tres días del nacimiento, le apareció una enterocolitis necrotizante. Al octavo día del nacimiento, la paciente presentó signos de infección en la parte inferior de la pierna izquierda, con hinchazón, enrojecimiento y fiebre”.

La niña fue revisada por el médico ortopédico que le diagnóstico artritis séptica en la cadera izquierda y osteomielitis en el fémur izquierdo. Con urgencia, el mismo día, se le realizó una intervención de limpieza quirúrgica en la zona osteomielítica, con la lavajes y drenajes de la lesión. Desgraciadamente, después de esta intervención siguieron otras tres porque persistía la infección, no obstante la suministración de una fuerte terapia antibiótica”.

“La niña fue sometida la limpieza de su fémur cuatro veces, con limpieza quirúrgica extendida hasta el tobillo. Le fueron extraídos pedacitos bióticos que evidenciaban el aspecto crónico de la osteomielitis. La familia de la niña, por lo tanto, fue informada de la gravedad de la prognosis y de las complicaciones y resultados que la osteomielitis crónica había podido determinar”.

“Fue dada de alta sin fiebre, pero aún con la pierna hinchada. Un examen radiológico evidenció, desgraciadamente, la presencia, muy extendida en el hueso, de una alteración causada por la osteomielitis, razón por la cual el médico ortopédico propuso una intervención drástica de hemidiafisectomía”.

Es entonces que la mamá de la niña tomó la iniciativa de pasar sobre la pierna enferma de la pequeña una estampita con la imagen y reliquia, que previamente había tomado contacto con el Venerable Siervo de Dios Mamerto Esquiú, pidiendo con fe que Él intercediera para la curación de su hija. Junto a su oración de invocación, luego, también se unieron sus familiares”.

Doce días después nuevo control radiográfico mostró sorprendentemente, la desaparición de la enfermedad en el hueso, el cual se pensaba extraer quirúrgicamente, y la mejoría del cuadro típico de la osteomielitis. Siguió, sucesivamente, la desaparición de la sintomatología clínica y la mejoría de los exámenes de laboratorio”.

En las siguientes radiografías de control realizadas hasta hoy, persiste en la curación del fémur sin que hayan sido afectados los cartílagos del crecimiento, que por la edad y la violencia de la infección deberían haber sido lesionados; por el contrario, sólo hay una leve contracción del fémur infectado de sólo cinco milímetros, sin evidenciar ningún compromiso ni afectación funcional. Los médicos que han continuado examinando a la niña están plenamente de acuerdo en afirmar que jamás han visto una evolución de un cuadro clínico como este”.

“Más allá de la curación, se puede agregar un hecho singular. Los trozos de biopsia extraídos durante la intervención quirúrgica el 18 de diciembre fueron momentáneamente extraviados y encontrados solamente el 2 de febrero o sea 4 días después. Cuando el médico patólogo lo recuperó pensaba que ya eran inservibles, porque no estaban en formol (se había derramado) y cuando esto sucede después de 3 días, los tejidos se autodestruyen por un proceso de Autolisis”.

“Sin embargo, esos trozos de biopsia estaban frescos, como si hubieran sido recientemente extraídos y su análisis confirmaba la presencia de osteomielitis crónica. Entonces, el médico cirujano declaró que si hubiera tenido ese resultado a principios del mes de enero, como era previsto, nada ni nadie le habría impedido extraer el fémur muerto”, recordó Fray Pablo Reartes.

Finalmente dijo que “Todos los médicos (ortopédicos, pediatras, de medicina legal, etc.) que han examinado la documentación clínica completa e instrumental relativa al caso descrito se expresaron a favor de la inexplicabilidad científica de la curación realmente acaecida”.