Futura beata Madre Clelia: “Lo más bonito de los santos es que atraen” – Silvia Correale

viernes, 26 de octubre de 2018
image_pdfimage_print

Biblia utilizada por la Madre Clelia

26/10/2018 – La Postuladora argentina en Roma, la Dra. Silvia Correale, presentó junto a la hermana Betiana Palacios, de las Hnas. Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús de la comunidad del Colegio Santa Margarita María de Alacoque de la ciudad de La Plata, la vida de Madre Clelia Merloni, fundadora del Instituto Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, que será beatificada en Roma el próximo 3 de noviembre.

La hermana Betiana, comenzó recordando que “Madre Clelia, nació en Forlí, Italia, el 10 de marzo de 1861. Es la tercera hija de la familia Merloni. Joaquín es su papá y María Teresa Brandinelli, su madre, ellos habían perdido dos hijos, así que para la familia fue una gran alegría recibir a Clelia. Y en ese momento sus papás eran sirvientes en la casa de un conde. Ella recibe de sus padres el don del bautismo el mismo día de su nacimiento. Pero esta alegría por su llegada se va a empañar por la muerte de su mamá, cuando Clelia tenía tres años”.

En este contexto, la Madre Clelia fue forjando su vida, que no fue nada fácil, explicó la hermana Betiana. Después de ingresar en distintas congregaciones, “descubre un fuerte llamado del Señor a fundar una congregación al Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María”.

“Tuvo como amigos a dos santos, al Padre Luis Guanella, y a Padre Pío”, subrayó.

Capilla de Alessandría donde Madre Clelia rezó muchas veces

Por su parte, Silvia Correale, destacó que “El Señor fue probando a Madre Clelia, ya que dar a luz un nuevo instituto, es como dar a luz un bebé, se sufren dolores de parto, estos dolores fueron morales, espirituales, y es el modo en el que fue sembrado lo que después sería el Instituto”. “Yo pienso -dijo Silvia- que cuando más se sufre, más se extiende el instituto, es el misterio de la cruz, de la gracia”.

La hermana Betiana, compartió su encuentro con su vocación religiosa y con la vida de Madre Clelia. Destacó de la futura beata su perseverancia y su gran humildad, “Lo que más me sorprendió fue su gran perseverancia y su gran humildad. En medio de las persecuciones y calumnias, siempre buscó en Dios todas las respuestas”, concluyó.