“Hay que tener un vínculo habitual con el Espíritu Santo para transformar el corazón”, dijo el Padre Javier Soteras

miércoles, 3 de abril de 2019
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03/04/2019 – “El Espíritu Santo sopla desde siempre pero a finales del siglo diecinueve, principio del siglo veinte hubo una manifestación nueva del Espíritu, hubo un Pentecostés que explosionó de manera magisterial en el Concilio”, reflexionó el padre Javier Soteras, director de Radio María Argentina, en torno a la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del papa Francisco.

¿Cómo surge la convocatoria al Concilio de Juan XXIII?

“El mismo Juan XXIII contó cómo llegó a la decisión de convocar el Concilio y él cuenta que con el padre Loris (cardenal Loris Francesco Capovilla, quien falleció en el año 2016, tenía 100 años), que era su secretario, tomando un café después de la misa de la mañana, empezó a sonar la palabra concilio y esto tuvo una resonancia muy especial en ellos”, recordó el padre Javier.

Y completó diciendo que “El sentir interior lo llevó a Juan XXIII a convocar el Concilio”.

Por otro lado, destacó una frase que dijo Juan Pablo II con motivo de los veinte años del concilio: <Un concilio para que realmente alcance su fuerza lleva cincuenta años>”.

En virtud de ello, el padre Javier indicó que “El papa Francisco está bregando mucho para que las dificultades que hay a la hora de plasmar un modelo de conversión pastoral en la iglesia no detone en un cisma, que es el riesgo que se corre, entre progresistas que quieren el Concilio Vaticano IV y los conservadores que quisieran volver al Concilio Vaticano I o a Trento”, comparó.

“El papa está pidiendo mucho que recemos a la Virgen para que nos ampare y a San Miguel Arcángel para que defienda a la Iglesia de las divisiones, en las que se pone en riesgo mientras estamos en este proceso de conversión pastoral”, resaltó.

El Espíritu Santo, infunde la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente. Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino sobre todo con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios. (E.G. 259)

Al respecto, el padre Javier resaltó el valor de la acción del Espíritu Santo, “El Espíritu Santo es el gran protagonista entre la primera venida de Jesús y la Parusía, que es la segunda venida de Jesús, si nosotros no tenemos vínculo habitual con el Espíritu Santo, siguiendo sus mociones, sus inspiraciones, su sentir que deja en el corazón, difícilmente podamos ser protagonistas con Jesús, del cambio propio, la conversión propia y la transformación del mundo, que es a lo que apunta el mensaje que el Papa está diciendo”, señaló el padre Javier Soteras.

Cuando se dice que algo tiene «espíritu», esto suele indicar unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria. ¡Cómo quisiera encontrar las palabras para alentar una etapa evangelizadora más fervorosa, alegre, generosa, audaz! Pero sé que ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazones el fuego del Espíritu. (E.G. 261)

En este sentido, el padre Javier, nos invitó a salir de la comodidad y seguir la acción del Espíritu en nosotros “Perdemos el entusiasmo cuando no rezamos desde la vida de las personas, hay que rezar desde el lugar donde el otro está”. “Hay que estar en Dios, para llevar al otro al lugar donde Dios quiere que el otro esté”.

Expresó también que “La nueva humanidad es la que genera el Espíritu Santo cuando oramos en Él desde la vida de las personas”. “Por eso -dijo- es tan importante en la evangelización conocer a quiénes vamos a evangelizar, es un saber que no es sólo intelectual, es un saber del corazón, una sabiduría del alma, que la da el conocimiento del amor que tenemos por las personas”, concluyó.