Jesús, transgresor de la ley que no da vida

viernes, 23 de febrero de 2018
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jesus transgresor

23/02/2018 – Desde el Evangelio de hoy, Jesús va a dar un pasito más, va a decir no está mal la ley, pero… “yo les digo”. Muestra su contrapunto, llevando a la plenitud la misma:

Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Mt 5,20-26

Jesús aparece confrontando, pero no contra los fariseos sino contra la ley misma. No viene a abolir la ley sino que viene a ayudarnos a entender el espíritu de la misma.

El poder es reductivo en el modo de la aplicación de la ley. La ley en sí misma tiene un sentido pedagógico, mostrar el camino. Jesús se relaciona con la ley como un gran pedagogo. Por lo tanto cuando vemos a un Jesús transgresor de la ley, es un Jesús que transgrede las leyes que la gente poderosa ha puesto para hacer un cerco pequeño en donde nadie puede entrar, donde la misma es reductiva.

Jesús reafirma lo ya dicho por Moisés llevándola a su plenitud. Jesús es un buen comunicador que sabe romper con los códigos de interpretación que comunmente se dan. Hoy muestra un sentido más allá de lo hastya aquí interpretado.

El Cristo de Mateo no preconiza una obediencia nueva, la ley está para ser cumplida pero si la misma no se entioende en su importancia y adehesión de corazón, es como reza el dicho: “Hecha la ley, hecha la trampa”.

No faltan leyes en la Argentina, falta el cumplimiento de la ley, la anomía es la falta de cariño hacia la ley. Cuando las leyes son costruidas a las espaldas del pueblo, sin más que el interes de unos pocos, no se genera una adhesión de la misma. Las mejores leyes son las que se crean abriendo un debate popular.

“Pero yo les digo…” Jesús nos saca del lugar de confort.

Que la ley sea de vida, y la unción que trae la ley sea para traer vida. Es lo que algunos consideran que va detrás del hacer de Jesús como legislador.

Dios quiere, desde nuestro vínculo con la ley, un vínculo fecundo. Que la misma sea para encauzar. Jesús es un transgresor de la ley que no da vida, Él viene a llevarla a la plenitud. Necesitamos el límite que da cauce y que orienta a la vida. No podemos seguir conviviendo con la anomía. Necesitamos poner marcas en el camino que da rumbo.