“La creación sufre porque el hombre está escindido de su centro, que es Dios”, afirmó fray José Guirado

viernes, 5 de febrero de 2021
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05/02/2021 –  En el ciclo “Aire fresco y brisa suave”, el fraile franciscano Jose “Pepe” Guirado se refirió a la espiritualidad que hay que tener frente a los problemas o las calamidades de la naturaleza. “Para donde se mire, aquí todo es belleza, en los Valles Calchaquíes”, comenzó diciendo el religioso. “Quiero acompañar a las personas que sufren las inclemencias de la naturaleza, como terremotos, tornados o inundaciones, que son las calamidades de la vida. Esto hay que afrontarlo desde el Espíritu creador, porque es una mirada amorosa, y aún en la calamidad se puede seguir creando y recreando lo que se cayó, lo que se perdió. Estamos llamados a tener una espiritualidad sana, bíblica, integradora, de un Dios que no es marionetero”, dijo fray Pepe.

“Superemos las miradas infantiles, como el miedo al castigo o la búsqueda de recompensas. El adulto se para en la existencia y vive la belleza de la vida y también se sumerge en la tragedia. Desde el Espíritu Creador se pueden surcos, llamando a las cosas por su nombre, mirando la realidad desde ese Espíritu se vive la vida con fuerza pascual. No existe una espiritualidad con ausencia de problemas o sin calamidades. En la naturaleza hay pascua, transpira pascua. La creación hoy sufre heridas porque el corazón humano está escindido de su centro, que es Dios”, aseguró.

“La encíclica Laudato Si es una mirada profética de Francisco. Allí nos enseña que la naturaleza está hecha para ser hermana no para ser nuestra enemiga. Hay una manera proporcionada de reaccionar ante una calamidad de la naturaleza siendo un adulto, que es tener miedo. El problema es si quedás anclado en el miedo. Hay vidas que se frustran porque no logran salir de esto. Se vive paralizado, con una matriz de miedo que se ancla en un trauma. El mensaje liberador de Jesús dice que el “Reino de Dios está cerca, conviértanse y crean en el Evangelio”. Esto no hay leerlo desde un dios castigador, esto no es bueno. Esto es nutrirse de una conciencia involucionada. La realidad es bella y es lo mejor que le puede pasar a un ser humano, aun cuando se dolorosa. Es la forma de superar el miedo”, indicó Guirado.

“Nuestro cerebro y nuestra antropología no tiene conflicto con la evolución del mundo. Alguna vez, el ser humano tuvo que supervivir, era un hombre primitivo. Hoy nuestra naturaleza muestra restos de ese ser primitivo, pero por supuesto somos más evolucionados, somos solidarios. El narcisismo es una involución, en cambio, ser solidario es parte de entender que podemos trascendernos a nosotros mismos y ayudar al otro. Lo urbano hoy llega a todos, hasta el lugar más aislado de nuestro país o del mundo. La cultura urbana es muy fuerte, y esto a veces nos satura. También la gente de campo es muy bella y tiene mucha sabiduría y profecía que se regala a todos, esa que viene del Tata Dios como dice mi amiga Clarusa”, cerró el franciscano que tiene su ermita en el paraje Las Carreras.