La cuarentena de los pobres y el covid-19 en el cuerpo

martes, 23 de junio de 2020
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23/06/2020 – En Radio María Argentina dialogamos con el periodista y escritor italoargentino, Alver Metalli quien hoy esta presentado su libro  “Cuarentena: diario desde la peste en una Villa de Emergencia”.

El libro relata como se vive la cuarentena por el coronavirus en una villa de emergencia, pero con la diferencia de que este periodista que cuenta esto, comparte la vida con los hermanos que están en esta situación.

En contacto con nuestra emisora, el escritor contó: “Yo vivo, desde hace muchos años, en la villa y vivo este tiempo que es un tiempo intenso por todo lo que pasa y estuve viendo lo que pasaba, como la gente de la villa es afectada por la cuarentena. Hay momentos de miedo, momento de sorpresa y, en un momento determinado comencé a escribir “Cuarentena” que no es una crónica, son reflexiones, son historias y son consideraciones que se disparan desde adentro”.

Al mismo tiempo, Alver Metalli aseguró: “Dentro de esta situación pude ver gente que se preocupaba por la situación de sus vecinos. En la villa, la mayoría de la gente vive de trabajitos, de changas. Muchos cartonean, muchos trabajan en actividades de reciclaje, todos trabajos informales. Ahora, todo este trabajo desapareció y la situación alimenticia es grave” y en este contexto la solidaridad entre los más necesitados se hace patente.

Existen muchas miradas sobre la pandemia, sobre la cuarentena pero,  lo más real, lo más duro y doloroso, es que hay una enfermedad que contagia y que en un cinco por ciento de los casos es capaz de provocar la muerte de personas.

¿Cómo se padece el coronavirus?, ¿cómo nos afecta la vida a las personas de fe?, se lo preguntamos al padre Agustín López Solari, de la comunidad de la Villa 31 y que se contagió de coronavirus.

Al respecto, el padre Agustín relató: “Físicamente, a Dios gracias, lo viví sin muchas complicaciones (…) y, espiritualmente fue una experiencia para mi providencial porque, cuando yo estaba en el hotel donde me habían aislado sentí una especie de solidaridad con miles, millones de argentinos, incluso vecinos de la villa que, en condiciones muy precarias hacen un esfuerzo de estar encerrados en una pieza y yo estaba encerrado en una pieza, con un montón de comodidades y solo y eso me hacía pensar en los vecinos de la villa que están encerrados en una pieza hace 90 días y que no son una persona sola sino familias”.

Finalmente, el padre Agustín declaró: “Me sentí en la otra vereda. Espiritualmente fue una experiencia que me ayudó a poder sentir lo que están viviendo tantas personas en el país”.