La periferia, lugar que madura la fe

miércoles, 13 de marzo de 2019
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06/03/2019 El ciclo “Seguir a Jesús,  desde el lugar de las víctimas” renueva su apuesta en este año 2019 y nos invitó a ponernos camino hacia las periferias existenciales desde una vivencia pascual marcada por el carisma mercedario en la persona de Fray Pablo Ordoñe sacerdote mercedario, quien acompañará  el espacio en la tarde de los miércoles.

El trabajo pastoral en las cárceles, el vínculo con las familias y la reinserción social conforman el escenario en el cual nos encontramos en este primer miércoles con la misión de la Hna. Mercedaria Cristina Azabal, una mujer que según  Fray Pablo “la definen los rostros e historias, una persona que se vive gastando en el caminar al lado”.

“Recordando las palabras del Papa Francisco al mundo de la carcelación, se trata de reclusión no de exclusión, eso nos lleva a la reinserción que es la pata de nuestro sistema que nos falta. Estamos llamando a acompañar, abrazar y a  intentar que no se pierda la esperanza”, expresó la hermana como parte de la búsqueda central de la tarea misionera en el penal.

Según la hermana el contexto en el cual vivimos  impacta e influye en la realidad de las cárceles: “en la cárcel hay pobres, es la realidad de nuestro país. La re inserción es un chiste, porque lo del patronato del liberado no funciona en ninguna parte, nadie le da trabajo por los antecedentes”, afirmó Cristina dando cuenta de las causas y consecuencias del paso por el penal.

Según la hermana el modo y al abordaje en la tarea pastoral ayuda a construir paso a paso una nueva dimensión personal y social: “el punto está en vivir en clave de paternidad y maternidad, curando, sosteniendo y acompañando; la visita es el oxígeno del preso, hay muchos que están solos. La pastoral reconstruye la persona, eso nos reconstituye a nosotros, estar en la periferia con ellos madura, te madura la fe;  ahí hay un hombre que quiere conocer a Jesús, ese hijo vale la sangre de cristo, vale toda la fuerza del mundo que podamos poner porque todos tienen un destino de eternidad”, concluyó Cristina.