“La solidaridad es un modo de hacer historia”, dijo monseñor Fernando Maletti

martes, 18 de agosto de 2020
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18/08/2020 – Al hacer un repaso de su vida y su actualidad como pastor en los partidos bonaerenses de Merlo y Moreno, Monseñor Fernando Maletti afirmó que “la sinodalidad es hacer de la Iglesia un anticipo del Cielo”. También dijo: “Nuestra diócesis está en las comunes de la ley porque presenta una gran la pobreza social y enfrentarla implica  asumir tres desafíos a la vez: la corrupción, las adicciones y el descuido de la casa común”.

“La religiosidad es muy fuerte en mi diócesis. Se trata de gente muy sencilla. Tenemos muchos agentes de pastorales en las ollas populares en medio de esta pandemia. Esta situación ha sacado a la luz la desigualdad estructural que tenemos. La desocupación ha crecido. Nosotros vemos como es contundente la cantidad de personas que se acercan a las ollas populares y merenderos que tenemos en nuestras iglesias. Y son muchos los que nunca pidieron, los que nunca necesitaron. Son personas que antes vivían con lo justo, pero también ayudaban a otros. Ahora eso no pueden hacerlo. Hoy esa gente no puede llevar con dignidad el pan de cada día a su casa”, indicó, al tiempo que sostuvo que “la solidaridad es un modo de hacer historia”.

“Tengo 71 años, nací en Capital Federal, pero mi familia vivía en San Vicente, en la provincia. Yo soy el sexto de 7 hermanos. Mis padres eran tamberos, vivíamos en el campo”, recordó monseñor Malletti. “De mis padres recibí la fe. Y a los 12 años ingresé al seminario menor de Villa Devoto, en Buenos Aires. La formación que recibíamos era de tipo humanista. Recuerdo que el padre Eduardo Pironio fue el primer rector del clero secular en el Seminario de Devoto. Pironio tenía un magnetismo muy especial para nosotros, los seminaristas”.

Volviendo a la actualidad, el obispo de Merlo-Moreno sostuvo: “Hay mucha gente humilde, que antes ayudaba a otros, que jamás se le pasó por la cabeza que iba a tener que pedir en una olla popular. Hay muchos cuentapropistas que sufrieron una fuerte suspensión en el contexto de la cuarentena, como albañiles, trabajadoras domésticas, jardineros, entre otros”.

Monseñor Maletti nació el 17 de marzo de 1949 en la ciudad de Buenos Aires. Hizo sus estudios secundarios en el Seminario Menor de la arquidiócesis de Buenos Aires, y los de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor Inmaculada Concepción, de Villa Devoto, Buenos Aires. Fue ordenado sacerdote el 24 de noviembre de 1973 por el entonces arzobispo coadjutor de Buenos Aires, monseñor Juan Carlos Aramburu, en la catedral metropolitana.

Tras su ordenación fue vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen, de Villa Urquiza (1973-77); Superior de comunidad en el Seminario Mayor (1977-83); Secretario de la Vicaría Devoto (1978-83); asesor arquidiocesano de las Jóvenes de Acción Católica (1981-83); director del Instituto Vocacional San José (1983-88); viceasesor de la Asociación de Mujeres de la Acción Católica (1989-93); párroco de San Juan Bautista en Villa Devoto (1988-92); decano y miembro del Consejo Presbiteral (1989-96); miembro de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia (1991-95); miembro del Colegio de Consultores (1994-95); Juez del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano Bonaerense (1988-95); vicepresidente de Cáritas-Buenos Aires desde 1993.

El 28 de febrero de 1992 el Santo Padre lo distinguió con el título pontificio de Prelado de Honor de Su Santidad. En 1992 fue nombrado párroco del santuario porteño de San Cayetano, oficio que desempeñaba cuando el 20 de julio de 2001 el papa Juan Pablo II lo nombró obispo de San Carlos de Bariloche, sede en la que sucedió a monseñor Rubén Frassia que fue trasladado a la diócesis de Avellaneda.

Recibió la ordenación episcopal el 18 de septiembre de 2001 en la catedral de Buenos Aires, de manos del cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires. Co-consagrantes fueron monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús; monseñor Raúl Omar Rossi, obispo de San Martín; monseñor Horacio Ernesto Benites Astoul, obispo auxiliar de Buenos Aires y monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo auxiliar de Buenos Aires. Tomó posesión e inició su ministerio pastoral como segundo obispo de San Carlos de Bariloche el 22 de septiembre de 2001. Su lema episcopal es: “Consuelen a mi pueblo”.