La vida en clave de ofrenda

lunes, 26 de noviembre de 2018
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26/11/18.- En el Evangelio de hoy Jesús destaca la figura de la “pobre viuda”, quien entendió la lógica de Dios. Así, el Señor nos enseña el camino del Amor de entrega sin límites, sin reservas. Que Jesús nos sorprenda mostrándonos cuanto amor nos tiene para que desde esa experiencia  no nos reservemos nada al hacer entrega de nuestros dones.

Catequesis en un minuto

Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo.
Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, ha
y dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda dado más que nadie.
Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir.”

Lc. 21,1-4.

Vivir la vida en clave de ofrenda es posible si hay un amor que la impulsa, motiva y sostiene. Ese amor siempre tiene un rostro concreto en donde la ofrenda de la vida creyente va yendo hasta donde Dios nos guía, se refleja en un contexto, en una geografía, en historias, en rostros de hermanos con los que compartimos el camino. Ahí es donde somos invitados a darlo todo silenciosa, profunda e intensamente a dar la vida, a entregarnos sin reservas a ofrendar la existencia con la certeza de que ese es el lugar desde donde se construye lo de todos los días.

Cada día te ofrecerá ocasiones de entregarte a los demás. No las consideres como fuente de sufrimiento o de molestia, sino como invitaciones de Dios a elevarte hacia él.

El don de vos mismo es lo que justifica tu presencia en el camino de la esperanza. Dándote invitas a los demás a darse. Esa es la mejor forma de servirlos. Así los ayudas a parecerse a la imagen de Dios que nos revela Cristo. Tendrás que llegar a ser “tú mismo” según la voluntad de Dios, limpiando la imagen de Dios que hay en ti del polvo que la cubre y la desfigura y trabajándola como un escultor que moldea un bloque de mármol, para que poco a poco vayan apareciendo los rasgos amados de tu Dios.

Catequesis Completa