Las -casi siempre- tristes consecuencias del consumo excesivo de bebidas alcohólicas

martes, 16 de noviembre de 2021
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16/11/2021 – El 15 de noviembre se celebró el Día Mundial sin Alcohol, una jornada promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de concientizar sobre los daños físicos y psicológicos y sociales que ocasiona el consumo excesivo e irresponsable de bebidas alcohólicas.

El alcoholismo fue declarado enfermedad en el siglo pasado, y hoy es una de las principales causas de muertes por complicaciones de enfermedades derivadas y por accidentes de tránsito.

Además, el consumo excesivo de alcohol está vinculado con más de 200 enfermedades y trastornos físicos y mentales como dificultades de memoria; enfermedades cardíacas y del hígado; distintos tipos de cáncer; daño en las mucosas del aparato digestivo; aumento de la tensión arterial; accidentes cerebrovasculares; violencia, irritabilidad; daños al feto durante el embarazo; síndrome de Alcoholismo Fetal, entre otras tantas afecciones.

Los factores que inciden en el hábito del consumo de alcohol son diversos: depresión, baja autoestima, necesidad de autonomía, evasión de la realidad, aceptación, presión social, entre otras. Y no para de aumentar el consumo excesivo porque es una práctica social permitida, incluso desde una edad temprana, ya que los niños y adolescentes imitan el o los consumos de sus progenitores. Y es en la inseguridad vial donde se hace más evidente el peligro del consumo irresponsable. Por eso dialogamos Fabián Pons, presidente de OVILAM (Observatorio Vial Latinoamericano), quien reclamó que los estados nacional y provinciales intensifiquen los controles de alcoholemia, “pero no para recaudar con esto de la ‘alcoholemia cero’, sino para prevenir accidentes modificando conductas con penas duras, incluso de cárcel para quien conduzca un vehículo habiendo consumido alcohol”.

Por su parte, el ex coordinador nacional de Alcohólicos Anónimos, Carlos De Marco, explicó los vínculos que existen entre el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y las adicciones a otras sustancias. Y advirtió sobre la urgente necesidad de que los padres estén atentos a los comportamientos de consumos que tienen sus hijos, para poder prevenir y modificar conductas adictivas a través de la cercanía y el diálogo.