Los límites: firmeza y ternura

jueves, 26 de marzo de 2020
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23/03/20- Todos los lunes ponemos en el aire el ciclo “Escuela para padres” junto a la Fundación Padres, una organización que busca generar conciencia en nuestra sociedad acerca de la importancia del rol del Padre y de la Madre en el vínculo con sus Hijos, actuando como formadores y orientadores. En esta oportunidad dialogamos con María Pía del Castillo sobre la puesta de límites a nuestros hijos en este tiempo de cuarentena.

“El límite se da en los vínculos. Sin vínculo no hay posibilidad de un “si” o un “no”. En este tiempo hay que ejercitar la paciencia, la tolerancia y ser más creativos. En tiempos de convivencia continua como es que estamos viviendo, es muy importante el respeto por los tiempos y espacios personales.”

Cuando los padres exigen una forma de comportamiento en sus hijos que ellos mismos no cumplen, su credibilidad es escasa. Podemos pensar la relación Padre – Hijos es construida sobre un trípode, cuyos elementos son:
– EL AMOR: entendido como la capacidad de Dar, de Entrega y Empatía. En esta relación asimétrica, siempre debe ser el adulto el que da el primer paso cuando de Amor y de “Dar-se” se trata.
– LA PROTECCIÓN: explicada como el Sostén, el Amparo, el “Alimento” no sólo físico sino el Alimento Emocional. Ambos tienen la misma prioridad e importancia.
– LA DISPONIBILIDAD: el mensaje de “Estoy Incondicionalmente con vos en tu mundo”, lo que a través de la Valoración va construyendo la Autoestima.

Nuestro Rol de padres y de adultos, nos demanda necesariamente el ejercicio de la Autoridad, para guiarlos, conducirlos y ayudarlos a Crecer. Esta Autoridad debe ser ejercida teniendo en cuenta dos conceptos importantes:
– LA FIRMEZA
– LA TERNURA

Nos resulta interesante proponer una redefinición de la palabra Límites, teniendo en cuenta una mirada positiva: Marcan un punto de referencia. Hacen aparecer la figura del “Otro”. Señalan dónde estamos; cuál es la “frontera”. Los límites son un “posibilitador”. No nos separan, nos VINCULAN. Yo no soy sin el Otro. El YO no existe sin el TÚ. El “NO” es la otra cara del “SÍ”. Sin el NO el SÍ no existe.
Un clima familiar cálido, abierto y cariñoso es una de las premisas más importantes para establecer límites. Cuando los niños se sienten reconocidos y queridos están más dispuestos a aceptar las normas.

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.