Los rostros son la propia humanidad

jueves, 20 de diciembre de 2018
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20/12/2018 Preparándonos para la navidad y cerrando el camino del ciclo de este año, Fray Pablo Ordoñe nos acercó el testimonio de Fray Luis Callejas sacerdote mercedario de la provincia de Castilla quién acompaña la realidad de los migrantes desde Madrid, España y lo hace desde la Fundación Merced Migraciones.

Fray Luis habló de los rostros y del horizonte que los guía en la misión diaria: “Los rostros son la propia humanidad, personas refugiadas inmigrantes que buscan una oportunidad, en un mundo en movimiento. Nosotros desde la fundación merced migraciones  que lleva ya 31 años damos visibilidad a estos rostros que llegan a España, jóvenes con ilusión, jóvenes valientes”.

Con respecto a la realidad de los migrantes que hoy son parte de la casa que lleva adelante la fundación y que les permite tener un punto de referencia a quienes  fuera de su lugar buscan la contención y el sentido de familia: “Es un camino el que proponemos  desde la fundación,  donde encuentran la felicidad a pesar de tantos obstáculos que tienen que atravesar; llegan provenientes de: Siria Pakistán, Palestina, África por la proximidad que tenemos. Es una realidad muy oculta, pobre y vulnerable; son los que más necesitan de nuestra ayuda”.

La experiencia de hogar y familia es lo que los que llegan buscando producto de la migración, de la movilidad desde sus diversas causales: “En el abrazos y la acogida ellos descubren que son bienvenidos,  somos hermanos y emprendemos camino juntos.  Ellos agradecen que les des de comer, la seguridad, vienen buscando hogar y tranquilidad; el contacto y el afecto de la personas elimina barreras y  prejuicios;  es importante que se sienta querido, es el gesto del abrazo”.

Desde su experiencia personal Fray Luis nos expresó: “Yo he aprendido mucho con ellos, me ayudaron en la superación, ellos pasaron por un país por otro, por el desierto, viviendo situaciones de explotación por un pedazo de pan y de agua. Ellos valoran mucho el detalle, encontrar la mano tendida, la sonrisa en la cara eso es lo que nos ayuda;  es lograr que el mundo en el que vivimos es una casa abierta”.