Novedades desde Roma y la vida del padre Luis María Echetverry, por Silvia Correale y Mons. José Bonet Alcón

martes, 26 de marzo de 2019
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25/03/2019 – En la primera parte del ciclo “Causas de canonización”, la doctora Silvia Correale, postuladora argentina en Roma, compartió algunas novedades, dentro de las cuales, informó que “El 10 de mayo tendrá lugar la sesión de apertura, la que será transmitido en directo, de la causa de la Sierva de Dios, hermana Bernardita, de la comunidad de las hermanas pobres bonaererenses de San José, fundada por la hermana Camila Rolón”.

Se inicia la causa de la Sierva de Dios hermana Bernardita

“Estamos organizando esta fiesta ítalo-argentino -indicó Silvia- del inicio de este proceso de canonización de una religiosa que pasó muchos años con nosotros en la Argentina, con una vida sencilla pero profundamente enamorada de Cristo y al servicio de los sacerdotes y seminaristas”, amplió la doctora Silvia Correale.

Sobre la vida de la hermana Bernardita relató que “Estuvo muchos años en la Argentina, viviendo su carisma, en distintas casas pero fundamentalmente en una comunidad permaneció más tiempo y donde dejó una señal indeleble en muchos jesuitas que ahora son sacerdotes y obispos”, indicó.

“Todos los novicios tuvieron un trato muy cercano con la hermana Bernardita, guardan un recuerdo hermoso de ella, de sus virtudes, de su vida de oración”.

La hermana Bernardita, un modelo para el padre Bergoglio

“También es muy importante su vida para el padre Jorge (hoy papa Francisco) que entonces era provincial, fue un testimonio muy importante de vida consagrada que lo acompañó, porque él era muy joven como provincial y la hermana Bernardita tenía una vocación consolidada, con la sabiduría de las personas sencillas pero que viven profundamente la fe en Cristo”.

Recordó también que “El Señor en la oración le había revelado a la hermana Bernardita que Jorge Bergoglio iba a ser Papa”, recordó Silvia. “Ella decía: <Va a ser Papa>”.

La pronta beatificación de la Sierva de Dios María Emilia Riquelme y Saya

Por otro lado, Silvia indicó que otra de las novedades tiene que ver con una causa que no es una causa argentina, “Esta no es una causa argentina -dijo- pero es una causa española, es la causa de beatificación de la Sierva de Dios María Emilia Riquelme y Saya, fundadora de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada que el pasado 19 de marzo el Papa autorizó la publicación del decreto del milagro, y soy la postuladora, por lo que es otro motivo de alegría ayudar a preparar la fiesta”, expresó. Y agregó que “La ceremonia de beatificación será en octubre en Granada”, sostuvo la postuladora en Roma Silvia Correale.

El sacerdocio del padre Luis María Echetverry Boneo

En la segunda parte de la vida del Siervo de Dios Luis María Echetverry Boneo, continuó relatando su vida, su postulador, monseñor José Bonet Alcón, quien habló acerca de su sacerdocio. Indicó que “El 19 de julio de 1943, tuvo lugar el bombardeo de Roma, y es en este momento donde el arzobispo de Buenos Aires le pidió que vuelva a la Argentina”.

“El padre Luis María volvió y llegó acá en el año 1943 e inmediatamente empezó una actividad que algunos calificaron como una actividad volcánica”, recordó Monseñor José Bonet.

“Estuvo en la parroquia de Monserrat, trabajó en la Curia, fue asesor en la Acción Católica, predicador de retiros, profesor en el Seminario, también fue nombrado canónigo de la Catedral, predicó las grandes conferencias cuaresmales, porque él en ese momento de alguna manera cambió aquello que había sido ese ideal suyo de buscar ante todo la santidad”.

Y completó diciendo que “Porque ya no buscaba tanto la santidad en él mismo, sino que imitando a San Pablo y al Cura de Ars, se olvida un poco de su propia santidad para pensar la santidad de los otros, pensar en la gloria de Dios, en el bien de las almas, en el bien de la Iglesia, gastar y desgastar la propia vida para instaurar todas las cosas en Cristo, para unir siempre lo eterno y lo temporal”.

“Él hablaba de sacramentalizar el mundo, para que en todas partes aparecieran signos sagrados que mostraran a todos la presencia del amor de Dios, la gracia de Dios, y así puedan obtener simultáneamente los bienes temporales y eternos”, expresó el postulador de la causa del padre Luis María Echetverry, monseñor José Bonet Alcón.