Nuestra lucha contra las fuerzas del mal a fuerza del bien

viernes, 31 de julio de 2009
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Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino.  Y comenzaron a gritar:  "¿Que quieres de nosotros, Hijo de Dios?.  ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?".  A cierta distancia había una gran piara de cerdos paciendo.  Los demonios suplicaron a Jesús:  "Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara".  El les dijo:  "Vayan".  Ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron.  Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados.  Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.

Mateo 8,28-34

En el Evangelio de Mateo descubrimos algunos rasgos de la fuerzas del mal que debemos anotar para identificarlos cuando aparecen en nuestras vidas. Las presencias maléficas en éstas dos personas endemoniadas se muestran feroces obstaculizando el camino, gritan, eso es no pasan inadvertidas. No soportan la presencia de Jesús. Se sienten atormentadas por El y desestabilizan el territorio ésta presencias maléficas copadas por la acción del mal en éstas dos personas.

Como obra Jesús? ¿Que hace frente a esto? Expulsa a los demonios, libera a las personas y al territorio alcanzando lo que podríamos llamar un nuevo orden. En nuestro camino de seguimiento del Señor el mal espíritu sale a nuestro encuentro de manera semejante. Es decir viene a inquietarnos, actúa con ferocidad, busca terminar con la vida de Jesús en nosotros.

Tiene en ese sentido, como dice Ignacio de Loyola, el mal espíritu un espíritu asesino. A nosotros en Cristo y con El como en éste caso el Evangelio nos toca ponerlo a la luz, identificarlo, liberarnos de sus fuerzas y abrirnos camino en nuestra tarea de seguimiento. Esto es lo que nos propone hoy el Evangelio que compartimos. Para nuestro camino de seguimiento es clave saber que las fuerzas del mal operan y van a operar para atentar con el proyecto de Dios en nuestras vidas.

¿Como hacemos para instrumentar un camino que consolide y nivele la obrade Dios que los demonios tratan sino exterminar al menos debilitar. Porque de eso se tr