Nuestra Señora de Guadalupe: Madre de la ternura

miércoles, 12 de diciembre de 2018
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12/12/18 – En este día, celebramos a María de Guadalupe que visita a nuestro pueblo americano, en la persona de Juan Diego. La recibimos con el gozo y la alegría que brota del encuentro con Ella, que nos trae a Jesús. Con gozo anunciemos al mundo la Buena Noticia, al estilo de María.

Catequesis en un minuto

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor». María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz

Lc 1,39-48

María visita a los pobres, a los pequeños, a los que sufren, a los que esperan en el Señor. Su presencia deja grabado en el corazón de quienes la reciben ternura, gozo, paz, delicadeza y amor materno.

María nos ofrece la luminosidad para la noche del camino. Ella es la compañera en las noches del camino.

María nos recibe, nos cuida como a sus hijos y nos envía a la misión y al compromiso con los más pobres.

Catequesis completa