“Nuestra Señora de los Treinta y Tres es una advocación mariana de origen uruguayo”, relató el padre Marcelo Amaya

lunes, 29 de noviembre de 2021
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30/11/2021 – “La imagen de Nuestra Señora de los Treinta y Tres es una pequeña talla en madera de origen guaraní del siglo XVIII confiada a Antonio Díaz, indio de Santo Domingo de Soriano. Originalmente se encontraba en una localidad denominada Villa Vieja, y antes se llamaba, Villa del Pintado”, contó el padre Marcelo Amaya, en un nuevo ciclo del programa Madre del Pueblo, refiriéndose a la advocación mariana La Virgen de los Treinta y Tres, patrona de Uruguay.

El padre Marcelo Amaya, desde Catamarca, luego profundizó en la figura de San José y en la del reciente beato Fray Mamerto Esquiú.

Historia de la Virgen de los 33 patrona de Uruguay

En cuanto a su historia, el padre Marcelo contó que “La Virgen de los Treinta y Tres es una advocación mariana de origen uruguayo cuyo centro de culto es en la Catedral Basílica de Florida ubicada en la ciudad de Florida. También se la considera la santa patrona de Uruguay. Fue así declarada por el Papa Juan XXIII y coronada solemnemente en la Piedra Alta en 1961”, indicó en primer lugar el padre Marcelo.

La devoción por esta virgen -continuó- no tuvo en su origen ningún acontecimiento extraordinario ni en ninguna señal más allá del orden natural de las cosas. El 14 de junio de 1825, luego de la Cruzada Libertadora, los patriotas celebraron el Congreso de la Florida en la villa de Florida. El 25 de agosto el congreso declaró la independencia de la Provincia Oriental del Uruguay, así como su unión con las Provincias Unidas del Río de la Plata. Luego de la declaratoria, los congresistas habrían concurrido a un rancho contiguo al lugar donde se celebraba el congreso, donde se encontraba la imagen de la virgen”.

“La imagen es una pequeña talla en madera de origen guaraní del siglo XVIII confiada a Antonio Díaz, indio de Santo Domingo de Soriano. Originalmente se encontraba en una localidad denominada Villa Vieja, y antes se llamaba, Villa del Pintado”, también indicó el padre Marcelo.

Finalmente destacó que “La fiesta litúrgica se celebra cada segundo domingo del mes de noviembre”. “La imagen de la virgen se venera en la catedral basílica de la ciudad de Florida. Además, una réplica se venera en la Catedral Metropolitana de Montevideo”, expresó el padre Marcelo Amaya.

San José como patrono de la Iglesia de nuestro tiempo

El padre Marcelo Amaya, siguió recorriendo la Exhortación Apostólica Redemptoris Custos del papa Juan Pablo II, hoy San Juan Pablo II, que habla sobre el primado de la vida interior de San José.

En este sentido, citó parte del punto 6, donde habla sobre la declaración de San José como patrono de la Iglesia de nuestro tiempo.

<En tiempos difíciles para la Iglesia, Pío IX, queriendo ponerla bajo la especial protección del santo patriarca José, lo declaró «Patrono de la Iglesia Católica»[42]. El Pontífice sabía que no se trataba de un gesto peregrino, pues, a causa de la excelsa dignidad concedida por Dios a este su siervo fiel, «la Iglesia, después de la Virgen Santa, su esposa, tuvo siempre en gran honor y colmó de alabanzas al bienaventurado José, y a él recurrió sin cesar en las angustias»[43]>.

<¿Cuáles son los motivos para tal confianza? León XIII los expone así: «Las razones por las que el bienaventurado José debe ser considerado especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el esposo de María y padre putativo de Jesús (…). José, en su momento, fue el custodio legítimo y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia (…). Es, por tanto, conveniente y sumamente digno del bienaventurado José que, lo mismo que entonces solía tutelar santamente en todo momento a la familia de Nazaret, así proteja ahora y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de Cristo»[44]>.

Fray Mamerto Esquiú y su participación en la vida pública

Finalmente, el padre Marcelo Amaya compartió más sobre la vida del beato argentino Fray Mamerto Esquiú, y para ello siguió compartiendo lo que Fray Pablo Reartes dejó registrado en su reciente libro titulado, “Beato Mamerto Esquiú, un catamarqueño a los altares”.

Al respecto, compartió parte de lo escrito por Fray Pablo Reartes.

<Mamerto tenía solo 25 años cuando predicó su primer sermón y fue un panegírico sobre San Francisco de Asís. Fue anunciado el 4 de octubre de 1851 en el templo de San Francisco de Catamarca. En la Catedral de la verdad la gente lo admiró en su elocuencia y sabiduría juvenil, así dio inicio su vida pública>. <Esquiú era un desconocido como lo fue San Antonio de Padua hasta que su voz fue escuchada en el púlpito>, indica Fray Pablo Rearte en su libro.

Por otra parte, el padre Marcelo recordó que el padre Mamerto González decía que <Mamerto Esquiú se mostró a su Patria como un orador de una situación solemne y su palabra fue digna del gran acontecimiento cuya importancia y fecunda verdad ocuparon su mente y estremecieron su corazón de cristiano y de patriota>.