Nuestra vida está signada por los encuentros

miércoles, 4 de enero de 2023
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04/01/2023 – Hay dos modos de acercarse a la Escritura, comentó el Padre Alejandro Puiggari: un modo más racional como para saber “de qué se trata”, y otro “dejando que esa Palabra viva nos hable, pedirle al Espíritu que nos regale algún ‘acento’, que nos haga descubrir la novedad que tiene para mi hoy”; pedimos que esa gracia nos acompañe en esta Catequesis.

 

Estaba Juan Bautista otra vez allí con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: “Este es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. El se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?”. Ellos le respondieron: “Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives?”. “Vengan y lo verán”, les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”, que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas”, que traducido significa Pedro.

San Juan 1, 35-42.

 

 

El evangelio de los encuentros

Andrés, va a buscar a su hermano Simón y le dice “hemos encontrado al Mesías”. Simón se encuentra con Jesús, que le cambia el nombre por “Pedro”. Pedro encuentra a Jesús a través de la mediación de su hermano.

“El primer Papa de la historia necesita que otro lo lleve al encuentro con Jesús”, reflexionó el Padre Alejandro. También en nuestra vida hay personas que nos han llevado el encuentro con Jesús, que ayudaron para una gracia especial, que fueron mediadores para poder crecer humana y espiritualmente.

El evangelio que compartimos tiene la matriz de los vínculos, porque Dios quiere vincularse en alianza de amor con el hombre. Hay tres encuentros sumamente importantes.

 

1) El encuentro de Juan con sus discípulos a partir  Jesús

En el primer encuentro llama la atención que estaba con dos de sus discípulos y al pasar Jesús dijo “este es el cordero de Dios”, los discípulos siguieron a Jesús, fue tan fuerte su testimonio que ni siquiera se despidieron de Juan,  él supo ‘desaparecer’.

Nosotros somos instrumentos para hacer que la gente se encuentre con el Señor, Juan es el modelo para eso.

 

2) El de Jesús y los discípulos de Juan

En el encuentro con Jesús él pregunta: ¿qué quieren, qué están buscando? Podríamos decir: ¿qué buscás para este año, cuál es tu proyecto?

Y los discípulos responden, ¿donde vives? y podemos responder que Jesús vive en la Eucaristía, en su Iglesia, Jesús está presente en su comunidad, en el pobre, en el corazón de cada uno. Y lo importante de la actitud de los discípulos: fueron y se quedaron con Él.

Jesús nos mira, nos cuestiona, nos interpela ¿qué buscan? Hay un diálogo y acciones, los discípulos permanecieron con Él. Permanecer significa algo que te cambia la vida, permanecer toda la vida con Jesús.

 

3) El de Andrés con su hermano Pedro

Ese permanecer al mismo tiempo nos pone en modo salida, como pasa con Andrés que va y le dice a su hermano “hemos encontrado al Mesías”.  A su vez, Jesús lo buscaba a Pedro (a Simón), para darle una misión.

Qué bueno si descubrimos que nuestra vida está signada por los encuentros, por el más profundo, ciertamente, que es con Jesús.

Del evangelio de hoy podemos tomar como clave el verbo “encontrar”, también “encontrarme” conmigo mismo porque el Maestro habita en mí. Y al mismo tiempo “encontrarnos” con otros, ser puente. Salir.

 

*El Padre Alejandro Puiggari es sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires y párroco en la parroquia Soledad de María.