“Desde pequeño, el padre Gabriel Longueville construía altarcitos con ladrillos”

martes, 25 de septiembre de 2018
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26/09/2018 – “Tenía 11 años cuando entró en el seminario menor, y tenía muy clara su vocación”, dijo fray Martín Bitzer, de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, vicepostulador de la causa de beatificación de Monseñor Enrique Angelelli, de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y del laico Wenceslao Pedernera.

Una vida entregada desde la infancia

El padre Gabriel, sacerdote de origen francés, nació en el sur de Francia, en un pueblito de campo de nombre Étable, en el departamento de Ardèche, que está al oeste del río Ródano, este río viene de los Alpes suizos -aclaró Fray Martín- llega a Lyon y baja hacia el sur, desembocando en el mar Mediterráneo. Allí nació, el 18 de marzo de 1931. Al mes fue bautizado con el nombre de Gabriel José Rogelio. Sus padres José Agustín Longueville y Amelia Virginia Delhomme, quienes tuvieron siete hijos, le dieron a Gabriel, cinco hermanas y dos hermanos”, afirmó.

De este modo, Fray Martín exteriorizó que “Tuve la gracia de conocer esta región, y me ayudó a comprender un poco el contexto, el ambiente donde Gabriel se crió, donde él se formó”. Por otro lado, “Me hizo mucho bien estar con su hermana mayor, Denise, tomar contacto con algunos sacerdotes que lo conocieron”, señaló.

Su familia

“Su familia era gente de campo, sencilla, fervientes católicos y de un carácter reservado -contó Fray Martín- los testimonios van a decir que los papás hablaban poquísimo y Gabriel va a conservar ese estilo más bien reservado, una persona con mucha capacidad de escucha, eso sí, cuando tiene que intervenir y hablar interviene, pero en general, es una persona con la cual, según los testimonios y todo lo que he leído, debería haber sido muy agradable estar a su lado”, indicó el Vicepostulador.