Padre Julio Cesar Ortellado, el sacerdote paraguayo camino a los altares

17/07/2020 – En “Historias de santidad” conocimos esta semana la vida del sacerdote Julio César Duarte Ortellado, pa’i Julio.

El pasado 13 de julio la Conferencia Episcopal paraguaya anunció la apertura canónica de la causa de beatificación del sacerdote paraguayo y, para recorrer su historia, obras y virtudes nos acompañó el padre Armando Sotelo, Director espiritual del Seminario Mayor Nacional de Paraguay y postulador de la causa del presbítero Julio César.

Este gran sacerdote nació un jueves santo, el 12 de abril de 1906. De pequeño participaba en la celebración de la Eucaristía, era monaguillo y solía repetir de memoria las homilías de la Misa.

“Se destacaba por su sencillez y por su temperamento pacífico, equilibrado y serio. Fue ordenado sacerdote a los 23 años, en octubre de 1929”.

En cuanto a su ordenación, el padre Armando Sotelo recordó las propias palabras del joven: “¡Que cosa mi Dios! ¡Todo ha sido verdad, realidad y belleza! Demos gracias a Dios que me ha hecho llegar hasta este día!”.

Virtudes humanas y sacerdotales

El padre Sotelo enumeró algunas de las virtudes humanas del padre Julio César: responsable, de gran modestia, reservado y de poco hablar, insensible al halago y prudente. Soportaba y sobrellevaba con paciencia todas las dificultades. Se caracterizaba por su espíritu sereno y reposado y por un sano optimismo.

Físicamente se destacaba por su elevada estatura, cabellos negros y por su rostro moreno y pálido.

En cuanto a sus virtudes sacerdotales, sus sermones eran sencillas conversaciones familiares, hacía uso del idioma guaraní, con el que se expresaba la gente sencilla. Tenía un gran amor por la Patria y la tradición de su pueblo.

Resaltaba en su personalidad, una gran pureza de vida, humildad y profunda caridad. Llevó una vida de austeridades voluntarias, de abnegaciones sin límites y de desprendimiento absoluto de todo lo material y terreno, a la vez que fue  un gran animador de obras de bien público.

El padre Julio falleció el 4 de julio de 1943 a la edad de 37 años debido a la enfermedad de Tifus, que adquirió por contagio luego de visitar a un soldado llegado de Asunción.

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