¿Qué es ser monja contemplativa dominica? Junto a la Hna. Érica Godoy

viernes, 22 de marzo de 2019
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23/05/2019 – “Hay dos lemas de la Orden, uno es de Santo Tomás de Aquino, que dice: <Contemplar y ver lo contemplado> y luego el de nuestro fundador, el padre Santo Domingo: <Hablaba con Dios y hablaba de Dios>, comenzó reflexionando la hermana Érica Godoy del Monasterio San Alberto Magno de la ciudad de Lavalle en la provincia de Corrientes.

Expresó que ser monja contemplativa es en primer lugar sentir el llamado del Señor “Somos mujeres llamadas por el Señor para una tarea específica, donde para nuestra orden, en ese llamado, la humanidad está primero”.

La hermana Érica continuó diciendo que “La orden tiene cuatro pilares que intentamos vivir, son la oración, el estudio, la vida fraterna y la predicación”. “Somos personas humanas que tenemos fallas, pero intentamos seguir al Señor en esta misión”.

En este sentido, agregó que “Nuestro corazón es la vida fraterna, la vida comunitaria -tengan un sólo corazón en el Señor- entonces, esta vida fraterna es muy fuerte de nuestro carisma, y tenemos dos momentos importantes, que se llaman recreos como en las escuelas, donde se levanta el silencio y compartimos, gritamos, nos reímos, uno es después del almuerzo y el otro es después de la cena”, testimonió.

Un lugar de oración

El monasterio es bellísimo, está como en una especie de lomita y todo el tiempo se ve el río y las puestas de sol son hermosas”, graficó.

Y continuando con la experiencia de vida fraterna, la hermana Érica contó que “Nosotros tenemos hospedería y a veces la gente nos dice: <Hermanas hemos escuchado sus risas>, y eso es muy lindo -manifestó la religiosa- porque habla de una normalidad y de una vida fraterna donde sabemos reír, sabemos compartir, sufrir juntas”.

“Estamos las veinticuatro horas juntas, es decir, es ahí donde tenemos que practicar el amor al prójimo, es ahí donde crecemos, la comunidad es la que te lima, la comunidad es la que te hace concreta, ahí es donde se ve nuestra paciencia, donde se ve el amor concreto que Jesús nos pide al hermano”, indicó.

El silencio

Por otra parte habló sobre la importancia del silencio “Nosotras estamos el noventa por ciento en silencio, es hermoso porque no es un silencio solitario, es una soledad y un silencio para cultivar la vida interior y para estar con el Señor”.

En este aspecto, citó a Santa Catalina de Siena que decía: <La fe nos permite conocernos a nosotros mismos y conocer a Dios>, es decir, nosotros nos encontramos con nosotras mismas -explicó la religiosa- y el Señor es como una luz, una lámpara que nos ilumina, ahí también descubrimos que Él nos ama, y el amor va sanando, el amor siempre construye, siempre redime”, expresó la hermana Érica Godoy.