¿Qué gano con sufrir?, ¿Qué pierdo si dejara de sufrir?

lunes, 19 de noviembre de 2018
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19/11/2018 Como cada lunes el Padre Mateo Bautista, sacerdote Camilo, Máster en pastoral de la salud y Licenciado en Teología Moral y Espiritual, nos acompaña en “Te cuento un cuento para sanar”.

En el programa de hoy, charlamos sobre el relato “Lo diabólico de no aceptar los errores”. La consigna fué pensar:¿Qué gano con sufrir? ¿Qué pierdo si dejara de sufrir?. Equivocarse es humano, enmendarse es de sabios. Es más, aceptar los errores es angelical. No aceptarlos es diabólico.

A continuación el cuento:

__Un partido de fútbol entre dos equipos de categoría: los celestiales y los lucíferos, es decir, entre el cielo y el infierno. Obviamente, el encuentro se realiza a las puertas de la gloria,por condescendencia divina.
__A los pocos minutos del inicio, los de Lucifer meten un impresionante gol. Los celestiales analizan sus errores, enmiendan su estrategia, hacen algunos cambios y a los 44 minutos de la segunda parte el resultado ya es: lucíferos 1, celestiales 2.
__Pero el perspicaz diablo no acepta la derrota, no asume sus errores y se empecina en no cambiar la estrategia de su equipo.
__Los celestiales le van ganando por goleada… Entonces, el Diablo observa que algunos goles rivales los viene metiendo un negrito. E idea una estratagema para detener el juego en el último minuto y anular el partido.
__Aquí hay trampa. Ustedes los celestiales, que se creen tan puros, ficharon a uno que todavía está vivo, a Pelé. ¡Así ganan ustedes! Este encuentro es nulo.
__San Pedro con ánimo sereno le responde:
__–Satanás, deja de meter fuego. Ese negrito no es Pelé. Es san Martín de Porres.

Decálogo para dialogar con el sufrimiento

Sufrimiento vs. Sanación: imaginemos ese partido. El Padre Mateo Bautista nos metió 10 goles para afrontar el sufrimiento:

Primer gol: una vez más recordamos: el sufrimiento soy yo. “Una vez que el sufrimiento vino a mi vida, ese soy yo, no son los otros, no es nada fuera de mi”, resaltó el sacerdote. Es importante resaltar este punto porque es lo que más nos cuesta aceptar.

Segundo gol: el sufrimiento no está arriba, abajo, dentro o fuera de mi. Tengo que hacer preguntas en el sufrimiento, hacérmelas a mi mismo.

Tercer gol: vaya donde vaya, siempre llevo a mi espalda la mochila del sufrimiento. Ese sufrimiento no está en los recuerdos, no está en el pasado como tampoco está en una ruta donde sucedió el accidente…lo llevo conmigo porque el sufrimiento soy yo.

Cuarto gol: no hay que tenerle miedo al sufrimiento. Hay que enfrentarlo.

Quinto gol: debemos dialogar con el sufrimiento, conmigo mismo. Es sumamente importante preguntarme qué actitud tengo ante ese sufrimiento.

Sexto gol: la sanación nos recuerda que el sufrimiento nos mete un gol cuando nos hace olvidar que somos sanadores heridos. No dejemos que nos elimine todos los recuerdos que tenemos, que nos bloquee, que nos impida seguir adelante con pensamientos tales como: “Nadie te quiere”, “No vas a salir de esta situación”, “No puedes”. Somos sanadores heridos para sacar provecho de esa herida.

Séptimo gol: cuando sufrimos, ¿a quién o a qué le doy permiso para sufrir? La respuesta es, a mi mismo.

Octavo gol: ¿Qué gano con el sufrimiento? Cuando sufrimos ganamos más de lo que queremos (en este caso, no hablamos de un dolor físico). Cuando nos cuesta o no queremos perdonar, ganamos (mal) porque nos hacemos las víctimas.

Noveno gol: ¿Qué pierdo si dejara de sufrir? Cuando no dejamos de sufrir es tener interés en seguir sufriendo.

Décimo gol: en el relato, el diablo paró el partido porque quería hacer trampa y no quería asumir sus errores, no quería cambiar. El sufrimiento juega de la misma manera: no quiere que nos convirtamos ni que maduremos.

“Nadie sale del sufrimiento sin sufrir, hay que ir hasta la raíz del sufrimiento para crecer y madurar. Cuando nos hacemos víctimas, utilizamos a nuestro favor el sufrimiento”, agregó el Padre Mateo. Y ahora, ¿cómo vas a jugar el partido ante el sufrimiento?

Te invitamos a escuchar el audio completo.