“Reaccionar con humilde mansedumbre, esto es santidad”, Papa Francisco (Gaudete Et Exsultate)

jueves, 27 de junio de 2019
image_pdfimage_print

27/06/2019 -En el ciclo sobre Magisterio de la Iglesia continuamos nuestro recorrido de la Exhortación apostólica “Gaudete et Exsultate”. El padre Javier, como cada semana, nos acercó su reflexión, en esta ocasión en torno a los puntos 70 al 74 del documento del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.

«Felices los mansos, porque heredarán la tierra» Es una expresión fuerte, en este mundo que desde el inicio es un lugar de enemistad, donde por todos lados hay odio, donde constantemente clasificamos a los demás por sus ideas, por sus costumbres, y hasta por su forma de hablar o de vestir. En definitiva, es el reino del orgullo y de la vanidad, donde cada uno se cree con el derecho de alzarse por encima de los otros.” (GE 71)

En torno a estas palabras del Papa, el padre Javier señaló que “Francisco aquí hace mención a la tolerancia, al dominio de sí, a esa capacidad que el Espíritu Santo pone en nuestro corazón para superar, desde la serenidad y la mansedumbre, lo que crispa los vínculos. Se necesita de calma, un orden, un permanecer en el Señor, siendo dueños de nosotros mismos para que la conflictividad, que existe de hecho en la convivencia, no sea ganada por la división, por la violencia, por los gestos que no ayudan a la comunión”.

Ser un sólo corazón con los otros

En el punto 74 de la Exhortación dice el Papa:

“Alguien podría objetar: «Si yo soy tan manso, pensarán que soy un necio, que soy tonto o débil». Tal vez sea así, pero dejemos que los demás piensen esto. Es mejor ser siempre mansos, y se cumplirán nuestros mayores anhelos: los mansos «poseerán la tierra», es decir, verán cumplidas en sus vidas las promesas de Dios.   Reaccionar con humilde mansedumbre, esto es santidad.”

“Para que haya pelea tienen que haber dos por lo menos”-dijo el padre Javier en torno a este punto y señaló: “Hay que correrse del lugar de la conflictividad, no por cobardía, sino para no aumentar el espiral de la violencia, del desencuentro, de la falta de cordialidad. Ser cordial es tener un mismo corazón, es tener un corazón común con los otros, ser un solo corazón con los demás.”

Podés ver y escuchar el programa completo al inicio de esta nota o en nuestro canal de You Tube: