“Uno espera un vínculo mucho más allá del Facebook” – Padre Javier Soteras

miércoles, 24 de octubre de 2018
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14/11/2018 – “Si hay algo que sintetiza el evangelio de Jesucristo es esta ley, la del amor”, comenzó reflexionando el Padre Javier Soteras, director de Radio María Argentina, en torno a la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, documento que nos deja el Papa Francisco para descubrir la alegría de evangelizar.

En este sentido, citó el capítulo 5 del Evangelio de San Mateo, donde Jesús en la montaña, enseña las bienaventuranzas y nos deja la ley de la caridad.

“En toda experiencia cristiana hay como dos movimientos, uno de don y otro de ofrenda, la mística y la ascética”, expresó el Padre Javier. Y agregó que “Un don recibido y un trabajo que hay que hacer sobre ese don recibido”.

“En el barrio, en el puesto de trabajo, ¡cuántas guerras por envidias y celos, también entre cristianos! La mundanidad espiritual lleva a algunos cristianos a estar en guerra con otros cristianos que se interponen en su búsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad económica. A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente”. (E.G. 98-99)

¿Cómo lograr vínculos más allá del Facebook?

“Creo que la ley del amor, tal cual como Jesús la plantea, supone que uno trabaje en su naturaleza primero, mucho más allá de placer – displacer, me gusta o no me gusta, superar el facebook, digo yo”.

Por lo tanto, acertó, “uno espera un vínculo mucho más allá del facebook, que es encontrarme con el otro, independientemente de mis gustos, o de mi placer o displacer, con el otro, sencillamente porque el otro es un hermano y como tal, me convoca y soy convocado a ser uno con él y a entrar en comunión con él, aún cuando sean enemigos, va a decir Jesús”.

“Recibir este don y trabajar con este don”, -dijo el Padre Javier-, quien completó señalando que “Mística y ascética van unidos, don y tarea, van juntos, regalo y ofrenda, es un mismo movimiento”. “Y creo que hay que aprender a leerlo, para saber como ubicarse en el lugar adonde Dios lo llama a uno a ser para los otros, siendo de Él”.

“Me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aún entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?”. (E.G. 100)

Ante este punto de la exhortación, el Padre Javier dijo que “No se puede ir con el Evangelio cuando hay divisiones, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, esto no conquista a nadie. Nosotros somos los predicadores del ateísmo. Hoy el mundo espera de nosotros un testimonio sencillo, claro, contundente, caritativo, humilde”, indicó.

“Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder la alegría, la audacia y la entrega esperanzada. ¡No nos dejemos robar la fuerza misionera!”. (E.G. 109)

Finalmente, dijo en torno a este último punto, “Las dificultades son necesarias para crecer, para madurar, sino no hay fuerza de transformación, y son los desafíos los que hacen crecer la fuerza misionera”, concluyó.