Si queremos amar tenemos que practicar el buen humor

lunes, 1 de octubre de 2018
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24/09/18- Todos los lunes te contamos un cuento para abordar diversas temáticas que ayudan a elaborar sanamente las dolencias y a seguir en el camino de la salud salvación. Así, el Padre Mateo Bautista, sacerdote Camilo, Master en pastoral de la salud y Licenciado en teología moral y espiritual, nos acompaña en el ciclo: “Te cuento un cuento para sanar”.

El nombre del cuento en esta oportunidad fue: “Humor hasta morir”:

Angelo Giuseppe Roncalli nació el 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, cerca de Bérgamo, Italia, descendiente de una familia campesina, profundamente católica, humilde y a la vez muy numerosa: eran trece hermanos, de los cuales él era el tercero.

En su infancia, conjugando sus primeros estudios con los trabajos agrícolas, Angelo asistió a la escuela de su pueblo. Por aquel tiempo, integró el grupo de monaguillos. Reflejó ya desde niño en sus actitudes y opciones un espíritu muy religioso. Sus amigos de infancia le llamaban Angelito, el cura.

Cursó estudios en Bérgamo y Roma. En el año 1904 se ordenó sacerdote. Regresó a su ciudad natal como secretario del obispo de la ciudad, Giacomo Radini-Tedeschi. Ejerció como profesor de historia eclesiástica en el seminario diocesano. Durante la I Guerra Mundial fue sargento médico y más tarde capellán. En el año 1921 colaboró en la reorganización de la Sociedad para la Propagación de la Fe, y en 1925 viajó a Bulgaria como nuncio apostólico. Se desempeñó como delegado apostólico en Turquía y en Grecia (1933-1944).

En la II Guerra Mundial se destacó en el rescate de los judíos. En 1944 fue designado nuncio en Francia. Cardenal y arzobispo (patriarca) de Venecia en 1953. Fallecido Pío XII, el 28 de octubre de 1958 fue elegido Papa, cuando contaba con 77 años.

Sus mayores éxitos fueron la convocatoria del Concilio Vaticano II con el objetivo de llevar a cabo la renovación de la vida religiosa católica gracias a la modernización (aggiornamento) de la enseñanza, la disciplina y la organización de la Iglesia, así como alentar la unificación de los cristianos, extender el ecumenismo y posibilitar el acercamiento a otras creencias. Escribió siete encíclicas. Sus diarios, publicados con el título de Diario de un alma (1965) y Cartas a su familia (1969), reflejan la profundidad, sencillez y humildad de su vida espiritual. Falleció el 30 de junio de 1963 en el Vaticano. Juan Pablo II lo beatificó en el año 2001 en medio del júbilo del pueblo cristiano.

Pues bien, no todos los creyentes cuando agonizan tienen buen temple. Lo más probable es que el sufrimiento, angustia, sensación de desamparo y hasta su misma desolación espiritual no les permita en esos momentos difíciles ningún rasgo de humor.

Cuentan que muy poco antes de morir, recibió Juan XXIII la visita de su amigo el cardenal Testa.

 ¿Cómo está mi amigo Roncalli?

El Papa moribundo, haciendo un gran esfuerzo, se esmeró en informarle con la mayor precisión:

 Tu amigo Roncalli está francamente mal, pero he oído por la radio que, gracias a Dios, Juan XXIII está mejorando.

El Papa Bueno no perdió el buen humor hasta el morir ni hasta en su morir.

Moraleja

Dios, con buen humor,

en las duras y maduras,

te quiere con buen humor.

El buen humor ¿se hace o se nace?

El Padre Mateo nos dijo que si queremos amar tenemos que practicar el buen humor. Nadie nace con buen humor El humor se cultiva, se educa, se corrige, se estudia; no nace genéticamente, pertenece más al carácter que a los genes. El carácter lo tenemos que trabajar siempre, por eso algunos Santos se tuvieron que convertir trabajando el buen humor.

El buen humor en los Santos

¿Por qué es necesario buen humor en el mundo?

Para contestar esta pregunta el sacerdote camilo nos invitó a hacer un decálogo sobre la base de diversas anécdotas de los Santos:

1-La vida con buen humor tiene mayor calidad y calidez.

2-Nos relacionamos mejor con buen humor en la duras y las maduras. El humor nos ayuda en las relaciones humanas.

3-Necesitamos del buen humor para ser más afectivos y efectivos.

4-Necesitamos el buen humor para disimular los defectos e impertinencias de los demás. Con buen humor perdonamos y nos hacemos misericordiosos.

5-Tenemos que tener buen humor para corregir nuestros defectos, para ser humildes, para pedir la conversión, para aceptar que hay cosas en nuestra vida que tienen que cambiar.

6-Con el buen humor nos hacemos pacificadores y nos pacificamos.

7-Necesitamos el buen humor para aceptar nuestros errores y para reconciliarnos.

8-Necesitamos el buen humor para reconocer si somos santos y buenos ante Dios.

9-Para la autoestima, para la firmeza de carácter también necesitamos del buen humor.

10-Necesitamos el buen humor para educar a los hijos. Tanto en los padres como en los docentes. Utilizar el buen humor como ejemplo.

Como tarea para eta semana, el sacerdote camilo nos recomendó: “Recibirlo, decirlo y hacerlo todo con buen humor.”

Oración: Haz señor que los malos sean buenos, que los buenos sean santos y que los santos tengan buen humor.

 

Te invitamos a escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.