Sínodo de obispos: los jóvenes piden ser acompañados sin juicios

lunes, 5 de noviembre de 2018
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05/11/2018 – Entre el 3 y el 28 de octubre se llevó adelante el Sínodo de Obispos sobre Jóvenes, fe y discernimiento vocacional. 268 obispos de todos el mundo más 50 jóvenes que trabajaron en el Presínodo con el material que aportaron miles de otros jóvenes a través de consultas.  “Es un sínodo provocado por los jóvenes. Se hizo una consulta donde los jóvenes expresaron sus alegrías, sus gustos, sus dolores y sus búsquedas, donde aparece fuertemente el querer ser escuchados, acompañados y donde quieren ser protagonistas”.

 

Una Iglesia en salida con misericordia

Entre los participantes estuvo Monseñor Ricardo Seirutti, obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal para la Pastoral de la Juventud. Durante La Noche Joven,  contó que “lo que hicimos todos estos días fue intentar escuchar la voz de Jesús, el Cristo eternamente joven, y reconocer en Él muchas voces de ustedes, las voces de los jóvenes de hoy: los gritos de alegría, los lamentos, los silencios”.

Monseñor Ricardo contó que a los Padre Sinodales les sorprendió mucho, y les causó un gran dolor, las cifras de suicidios de jóvenes en todo el mundo, que ya se ha convertido en la principal causa de muerte en adolescentes y jóvenes.

“En los jóvenes, a la vez, se ve mucha esperanza y no sólo los que tienen fe. El joven es un signo de esperanza, pero para eso hay que darle protagonismo, hay que darle un lugar, escucharlo y acompañarlo, con la vida como la trae, sin prejuicios. Escuchar a los jóvenes, y desde allí van a surgir estos signos de esperanza que ellos nos traen” comentó el obispo cordobés.

Recibir la vida de los jóvenes como viene

Hay que ir al lugar donde el joven está y no estarlo esperando, agregó, porque ellos tienen su lugares propios: esquinas, boliches, cárceles… donde la Iglesia tiene acercarse. “En esto estoy convencido que muchos jóvenes de fe, iglesia joven, son los primeros que van a poder ir a acercarse a otros jóvenes, pero con la sensación no tanto de recibirlos sino también de dejarnos recibir”, comentó.

“A los jóvenes les digo que no tengan miedo, tienen un mismo lenguaje, pueden acercarse sin prejuicios”.

Además, comentó que es notable como los jóvenes en la consulta piden ser acompañados: “Pero acompañarlos como son, sin ser juzgados, caminar juntos. El joven es así y así lo ama Jesús. Si no somos una Iglesia misericordiosa en salida no estamos llegando a nuestros jóvenes”.

“Una iglesia que incluye llama a todos hermanos, y no importa si tu opción sexual es diferente, si moralmente tu vida es distinta. El documento no es moral sino un anuncio de cómo acercanos a los jóvenes, a los de todo el mundo no sólo a los católicos” agregó.

 

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