“Sueño con una Iglesia marplatense que se redescubra comunidad, al servicio de la evangelización”, afirmó monseñor Gabriel Mestre

miércoles, 15 de mayo de 2019
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15/05/2019 – Marcela González, integrante del equipo de animación del Sínodo de Mar del Plata, comenzó explicando cómo su iglesia local está transitando este evento eclesial que tanto alienta el papa Francisco, en sintonía con el Concilio Vaticano II. “Se convocó en el 2017 y el año pasado realizamos las consultas populares abiertas y las asambleas eclesiales en las que todos pudieron participar. En este 2019 llevaremos a cabo las asambleas zonales, donde vamos a elaborar los diferentes lineamientos. Y hacia fin de año se elegirán los sinodales que representarán a todos en el Sínodo”, dijo González. Y agregó: “A lo largo del año 2020 se realizarán las diversas sesiones del primer Sínodo de la diócesis de Mar del Plata. Cuando tengamos las conclusiones, monseñor Gabriel Mestre elaborará un documento final”.

González indicó que “todas las comunidades parroquiales, pastorales, organismos y servicios diocesanos, movimientos, asociaciones, colegios católicos y congregaciones que conformamos nuestra diócesis estamos llamados a ganar la calle con apostolicidad y llegar así a todas las personas para que sepan que son amados por Dios y por la Iglesia”.

A su turno, monseñor Mestre recordó las dos cartas pastorales con las que reflexionó sobre el Sínodo en Mar del Plata. “En la primera carta hablé de una Iglesia que es trinitaria, sinodal y profética. Es trinitaria porque la vida personal y comunitaria del discípulo misionero encuentra su identidad en el misterio de la Santa Trinidad. Es sinodal porque la misma palabra sínodo en su etimología indica encuentro, reunión, asamblea, caminar juntos; es transitar la vida como familia y Pueblo de Dios. Es el estilo de las primeras comunidades que nos presentan varios textos del Nuevo Testamento. Y es profética porque en la Palabra de Dios vemos el rico testimonio de fe comprometida con su propio tiempo de muchas personas y comunidades que atraviesan tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Esto nos lleva a ser coherentes, evangelizadores y servidores”, resumió el prelado.

Monseñor Mestre también expresó: “Anhelo que podamos vivir juntos un fecundo camino de pastoral orgánica desde Dios al servicio de los hermanos. Sueño con una Iglesia que se redescubra comunidad y al servicio de la evangelización”. E invitó a rezar la oración sinodal de Mar del Plata:

Ven Espíritu Santo, ayúdanos a caminar

juntos hacia el primer Sínodo Diocesano.

Ven Espíritu Santo, ayúdanos a escuchar a

todos con un corazón abierto.

Ven Espíritu Santo, ayúdanos a dialogar

juntos para responder desde el Evangelio a los

desafíos de nuestro tiempo.

Ven Espíritu Santo, ayúdanos a discernir los

caminos para una mejor vivencia, transmisión y

compromiso de la fe.

Ven Espíritu Santo, danos tu audacia

para responder con fidelidad en esta

hora de la historia.

Virgen de Luján, ruega por nosotros.

Amén