Un milagro que todos necesitamos

miércoles, 16 de enero de 2019
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16/01/19.- Una mujer, la suegra de Pedro en el evangelio de Marcos fue la primera en conjugar este bendito verbo “diaconía: servir”… otra mujer, María, en el evangelio de Lucas nos enseña el “arte de visitar”. Que con la ayuda de la Virgen María podamos vivir este día que se inicia visitando a cuantos rostros Dios nos regale al borde del camino, para que su testamento hecho servicio siga anunciando a los hombres que el Amor es más fuerte que toda otra fuerza humana y que amando y sirviendo es como verdaderamente la humanidad se mantendrá siempre de pie.

Jesús salió de la sinagoga, y fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados, y la ciudad entera se reunió delante de la puerta. Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era Él. Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: «Todos te andan buscando.» Él les respondió: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido.» Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios.

Mc. 1, 29-39