Una mirada compasiva hacia la propia paternidad y maternidad

05/11/2021- “Nuestros hijos nos interpelan todo el tiempo, cuando las cosas no salen como queremos con nuestros hijos, sentimos la herida del narcicismo a través del fracaso. Tenemos, muchas veces, una mirada condenatoria sobre nuestro actuar; por eso necesitamos poner el foco en la responsabilidad: responsabilidad sí, culpa no”, dijo María Marta Bianco en el ciclo “Los espacios sagrados de la vida cotidiana”.

Ser padres es un desafío
“Como padres, llevamos el timón de un barco; en el cual tenemos que persistir y resistir. Ese timón no se cede, aunque esto no significa que no haya que corregir rumbos, que no haya que revisas conductas, que no haya que sanar. La Palabra de Dios nos ilumina. Jesús sana a la hija de una mujer cananea, a la madre le dijo “que se cumpla tu deseo”. Acá hay una madre que persiste en su actitud materna, desea que sea curada por el Señor y está firme en su deseo. Estamos invitados a persistir y resistir en el deseo y desafío de ser padres, porque ocurren milagros”.

La historia de Santiago
Santiago tiene 26 años. Desde pequeño vivó situaciones violencia y maltrato infantil. Pudo superar ese conflicto apoyándose en familiares cercanos. “Me sentí muy desamparado desde los 6 a los 12 años, sentí que nadie me escuchaba. Yo no quería vivir más esta situación. Me gustaría que los padres se pregunten: Que tipo de padre y madre quiero ser, que permito y que no permito”. Hoy Santiago es docente, se formó como deportista profesional. “Hay que darle espacio a los chicos para que los chicos jueguen a su juego y proponerles un espacio para que los niños tomen las riendas, para que se fomente la creatividad”.

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