¿Vives lo que crees? Por el padre Héctor Espósito

martes, 19 de enero de 2021
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19/01/2021 – El padre Héctor Espósito nos invitó a contemplar la  Carta a los Hebreos, capítulo 11, el cual habla de la perseverancia de la fe,  y destaca a todos los testigos de la fe.

“La fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven. Es por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación. Por la fe comprendemos que la Palabra de Dios formó el mundo, de manera que lo visible proviene de lo invisible”, expresó el sacerdote.

“… Por la fe Noé al ser advertido por Dios acerca de lo que aún no se veía, animado de santo temor, construyó un arca para salvar a su familia, por la fe Abraham obedeciendo el llamado de Dios partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia… Por la fe Moisés apenas nacido fue ocultado por sus padres durante tres meses y no temieron el edicto del rey, por la fe los israelitas cruzaron el mar Rojo”.

“Y llegamos al capítulo 12 donde dice: “Fijemos nuestra mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual en lugar del gozo que se le ofrecía soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia”, indicó el padre Héctor.

“Felicidad empieza con fe, porque realmente yo me siento feliz, dichoso de creer”, testimonió.

“¿Te sentís feliz por creer? ¿Por el regalo de la fe?”.

“Vuelvo a repetir la frase que el Papa dijo en la soledad del vaticano: “Estamos en la misma barca de la fe”.

¿Por qué no eres feliz con la fe?

“Si todos estos testigos que habla la Palabra de Dios en la Carta a los Hebreos, realmente fueron felices, confiaron en Su Palabra y le creyeron a Él, y Dios bendijo la fe porque confiaron en su Palabra y le creyeron a él”.

“<¡Qué lindo volver a la fe padre!> Esto me decía un hombre”, contó el padre Héctor. ”¡Qué bendición me da creer! ¡Vivir la fe!”

Por eso te pregunto: ¿Vives lo que crees?

Ocho características de la fe

El padre Héctor siguió compartiendo algunas características más de la fe:

La fe es una gracia infundida por Dios en mi alma, recibida por el Bautismo.

La fe es un acto humano, creer es un acto auténticamente humano. La fe a nivel sobrenatural, por una parte es infalible, la de Dios, que siempre cumple sus promesas. En cambio, nosotros cuántas veces le hemos fallado a Dios, no hemos cumplido las promesas, hemos mentido”. Por eso mi fe es un acto humano pero tiene las dificultades de no ser vivida. El motivo de creer no significa que las verdades reveladas…. Creemos a causa de la autoridad de Dios mismo que revela… Lo que Él revela no es para engañarme, no es una fantasía, es una verdad.

La fe es cierta. La certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural. Diez mil dificultades no hacen una sola duda. La fe es cierta, no tengas miedo, no tengas temor. Creo porque es cierto, no me mienten, no me engañan.

La fe trata de comprender. Cuando uno comprende lo que cree puede vivir mejor la fe. Este entusiasmo por comprender la fe lo tenía San Agustín, que decía: <Creo para comprender y comprendo para creer mejor>. Hay un ángel que es inteligentísimo, es creado por Dios, es Satanás, cree en Dios, tiene una luz de inteligencia extraordinaria y cree en Dios.

La libertad de la fe. La fe no se obliga, la fe atrae. Así como nos atrae una comida, una obra, una belleza. El acto de fe es voluntario por su propia naturaleza. Ciertamente Dios llama a los hombres a vivir según Su Espíritu y en verdad, pero es una invitación. El hombre puede elegir desde su libertad.

La necesidad de la fe. Creer en Cristo Jesús y en aquel que lo envió, el Padre, para salvarnos, es necesario para obtener la salvación. El que cree se salva, el que no cree se condena, son palabras de Marcos.

Debe actuar por la caridad esta fe. ¿Cómo demuestro que vivo esta fe? Por la caridad, aquí y ahora. Definite. ¿No amas a la Iglesia? ¿La Iglesia a la que tú dices amar? ¿La amas? ¿Crees en la Iglesia Católica?

La fe es el comienzo de la vida eterna. La fe es el fin de nuestro caminar aquí abajo, entonces veremos a Dios cara a cara, tal cual es. Sin embargo, no vemos a Dios, vemos la tierra, conocemos a Dios como en un espejo, de una manera imperfecta, confusa. La fe es vivida con frecuencia en la oscuridad. A veces necesitamos la luz de una velita porque no creemos. Cuando yo miro la Eucaristía, la Hostia: ¿Crees que está escondido en ese Cáliz?

Finalmente, el padre Héctor Espósito terminó con una oración hecha canción, titulada “Creo”:

Creo, aunque todo se oculte a mi fe,

creo, aunque todo me grite que no,

porque he basado mi vida

en un Dios inmutable,

en un Dios que no cambia,

en un Dios que es amor.

Creo, aunque todo subleve mi ser,

creo aunque sienta muy solo el dolor.

Porque un cristiano que tiene

al Señor por amigo,

no vacila en la duda,

se mantiene en la fe.

Creo, aunque todo parezca morir

creo, aunque ya no quisiera vivir,

porque he fundado mi vida

en palabra sincera,

en palabra de amigo,

en Palabra de Dios.

Creo, aunque veo a los hombres odiar,

creo, aunque vea a los niños llorar,

porque aprendí con certeza

que el sale al encuentro

en las horas más duras,

con su amor y su luz.

Creo, pero aumenta mi fe.