10/10/2023 – “No estaba en la agenda que presentemos este documento juvenil pero el reconocimiento de todos los presentes nos dejó impresionados. Se acercaban algunos sacerdotes y consagrados a besarnos las manos. Esto es sínodo para nosotros”, contó sorprendido Federico Destefaniz, joven de Mar del Plata que participó en marzo pasado en Brasilia del momento continental americano del Sínodo de la Sinodalidad, que actualmente está desarrollando su etapa universal en la Santa Sede, con más de 400 padres y madres sinodales, entre ellos varios argentinos. Federico, junto a la bonaerense Agustina y el cordobés César participaron del encuentro sinodal del Cono Sur en Brasil a principios de año. La comitiva argentina se sumó a los representantes de Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil. Agustina Prinotti, joven de Merlo de Buenos Aires, y César Contreras, coordinador de pastoral de juventud argentina, también acercaron su testimonio sinodal.
“El Espíritu habla, sigue hablando y se manifiesta con fuerza en cada uno de los testimonios y experiencias que compartimos”, dijo Mariana Anabel García, virgen consagrada, una de las integrantes de la delegación argentina, que participó en Brasilia. García manifestó su alegría de haber participado de la Asamblea ya que “permitió ver las distintas miradas de las diversas regiones del Cono Sur”. Por su parte, el obispo de Reconquista, monseñor Ángel José Macín destacó también el “caminar de una manera diferente, en una Iglesia en la que podemos descubrir juntos lo que nuestro tiempo nos pide para testimoniar la presencia de Jesucristo”. El prelado argentino, coordinador de la Red Eclesial del Gran Chaco y el Acuífero Guaraní, expresó además que la asamblea permitió experimentar el espíritu sinodal. “Nos sentimos hermanos -sacerdotes, religiosos, obispos, laicos-, todos buscando y tratando de caminar de una manera diferente, en una Iglesia en la que podemos descubrir juntos lo que nuestro tiempo nos pide para testimoniar la presencia de Jesucristo. El ambiente, el clima, aquí es muy hermoso, muy especial”, y alentó a que “sigan acompañándonos con la oración”.
El encuentro tuvo como metodología la conversación espiritual, un método dado a conocer por el jesuita Óscar Martín. La Conversación Espiritual es una metodología sencilla, basada en un diálogo entre Dios y su criatura, que acontece en el corazón humano a través de las mociones y que tiene como fundamento “la convicción de que existe un influjo del Espíritu Santo en los corazones de todos los cristianos y cristianas”. El discernimiento debe ser entendido como proceso espiritual que busca, que hace percibir, distinguir las mociones del Espíritu en nuestro corazón y en las realidades humanas que apelan a nuestra libertad para que realice una decisión o acción. Un discernimiento que se lleva a cabo en tres ámbitos: personal, comunitario y apostólico. Por eso se puede decir que la conversación espiritual es una metodología para animar el discernimiento comunitario, un intercambio centrado en la calidad de la escucha, que atiende las mociones del corazón propio y de las otras personas. Los participantes cuentan lo que están viviendo y esperan.
“Un encuentro que es una nueva tarea del Celam -señaló monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano durante la apertura del Encuentro-, como instrumento de comunión sinodal y como signo profético en la Iglesia Latinoamericana”. Según el presidente del Celam “la sinodalidad es una dimensión constitutiva de la Iglesia” y “la Iglesia debe verse como una pirámide invertida”, ideas presentadas por el papa Francisco. Por eso, insistió en que “el pueblo de Dios es el sujeto de la Evangelización y de la comunión sinodal en la historia”, en una Iglesia que, por ser peregrina y misionera, es sinodal. Asimismo, el también arzobispo de Trujillo (Perú), destacó que “no se trata de una nueva ingeniería institucional de la Iglesia”, y que la dimensión sinodal expresa “el carácter de sujeto activo de todos los bautizados”, algo basado en la comunión, enfatizando que “el concepto de sinodalidad es más amplio que el de colegialidad, porque incluye la participación de todos en la Iglesia y de todas las iglesias”.
Y subrayó monseñor Cabrejos que “es importante que este Encuentro, sea bajo la guía del Espíritu Santo, porque de lo contrario terminará siendo un encuentro como muchos otros, incluso como un mero encuentro social, pero para nosotros es importante que sea eclesial. Con la presencia de Dios, bajo la guía del Espíritu, para los efectos pastorales que queremos conseguir, que queremos lograr”. Participaron de la Asamblea Sinodal del Cono Sur más de 180 representantes de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. La delegación argentina estuvo encabezada por el presidente y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, y por monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza, acompañados por el padre Juan Matías Taricco, subsecretario de la CEA y el padre Máximo Ariel Jurcinovic, responsable de Comunicación y Prensa del Episcopado.