Dios nos marca el camino para cada día

viernes, 30 de junio de 2017
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30/06/2017 –  Ser cristiano es algo más que una vida correcta que se atiene a mandamientos. Ser cristiano es una relación viva con Jesús. Un cristiano se vincula íntima y personalmente con su Señor y se pone con él en camino hacia la vida eterna.

 

 

Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?. Jesús responde: Si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos”

Mt 19,17

 

 

 

¿Cuáles son los diez mandamientos?

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
3. Santificarás las fiestas.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
5. No matarás.
6. No cometerás actos impuros.
7. No robarás.
8. No dirás falso testimonio ni mentirás.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10. No codiciarás los bienes ajenos.

¿Son los diez mandamientos una agrupación casual?

No. Los diez mandamientos constituyen una unidad. Cada mandamiento remite a los demás. No se puede quitar arbitrariamente ningún mandamiento. Quien transgrede alguno de ellos quebranta toda la ley. [2069,2079]

Lo peculiar de los diez mandamientos consiste en que en ellos se abarca toda la vida del hombre. Pues los hombres nos relacionamos a la vez con Dios (mandamientos 1 al 3) y con nuestro prójimo (mandamientos 4 al 10); somos seres sociales y religiosos.

¿ No están superados los diez mandamientos?

No, no están en absoluto condicionados por el tiempo. En ellos se expresan los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, son inmutables y valen siempre y en todas partes. [2070­2072]

Los diez mandamientos son tanto mandatos de la razón como parte de la revelación vinculante de Dios. Son tan fundamentalmente vinculantes que nadie puede quedar dispensado de su cumplimiento.

¿Qué significa: “Yo soy el Señor, tu Dios” (Éx 20,2)?

Puesto que el Todopoderoso se nos ha mostrado como nuestro Dios y Señor, no debemos poner nada por encima de él, ni considerar nada más importante ni conceder a ninguna otra cosa o persona prioridad sobre él. Conocer a Dios, servirle, adorarlo es la prioridad absoluta en la vida. [2083­2094, 2133­2134]

Dios espera que le prestemos toda nuestra fe; debemos orientar toda nuestra esperanza a él y dirigir todas las fuerzas de la caridad hacia él. El mandamiento del amor a Dios es el mandamiento más importante de todos y la clave para todos los demás. Por eso está al comienzo de los diez mandamientos.

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” ¿Para qué adoramos a Dios?

Adoramos a Dios por su existencia y porque la reverencia y la adoración son la respuesta apropiada a su aparición y a su presencia. “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto” (Mt 4,10). [2095-2105, 2135-2136]

Pero la adoración a Dios sirve también al hombre, pues le libera del servicio a los poderes de este mundo. Donde ya no se adora a Dios, donde él ya no es reconocido como el Señor de la vida y de la muerte, otros usurpan su lugar y ponen en peligro la dignidad humana. 485

¿Se puede obligar a los hombres a creer en Dios?

No. Nadie debe obligar a nadie a creer, ni siquiera a los propios hijos; así como tampoco debe ningún hombre ser obligado a la incredulidad. El hombre sólo puede decidirse a creer en total libertad. Sin embargo, los cristianos están llamados a ayudar a otras personas, mediante la palabra y el ejemplo, a encontrar el camino hacia la fe. [2104­2109, 2137]

San Juan Pablo II dice: “El anuncio y el testimonio de Cristo, cuando se llevan a cabo respetando las conciencias, no violan la libertad.

La fe exige la libre adhesión del hombre, pero debe ser propuesta” (encíclica Redemptoris Missio 8,1990)

¿Qué significa “no habrá para ti otros dioses delante de mí”?

Este mandamiento nos prohíbe: venerar a otros dioses o ídolos o adorar a un ídolo terreno o consagrarse enteramente a un bien terreno (dinero, influencia, éxito, belleza, juventud, etc.)ser supersticiosos, es decir, en lugar de creer en el poder, la guía y la bendición de Dios, depender de prácticas esotéricas, mágicas u ocultas o dedicarse a la adivinación o al espiritismo tentar a Dios con palabras o con obras cometer un sacrilegio adquirir poder espiritual mediante corrupción y profanar lo santo a través del comercio (simonía). [2110­2128,2138­2140]

¿Es compatible el esoterismo con la fe cristiana?

No. El esoterismo se equivoca ante la realidad de Dios. Dios es un ser personal; es el amor y el origen de la vida, no una fría energía cósmica. El hombre es querido y creado por Dios, pero él mismo no es divino, sino una criatura herida por el pecado, amenazada por la muerte, necesitada de redención. Mientras que las doctrinas esotéricas suponen en su mayoría que el hombre se puede redimir a sí mismo, los cristianos creen que únicamente les redime Jesucristo y la gracia de Dios. Tampoco la naturaleza y el cosmos son Dios (Panteísmo). El Creador, con todo su amor por nosotros, es infinitamente mayor y diferente a todo lo que él ha creado. [2110­2128]

Muchas personas hoy en día hacen yoga por razones de salud, participan en cursos de meditación (meditación) para estar en silencio y recogimiento, o asisten a talleres de danza para hacer una nueva experiencia de su cuerpo. No siempre estas técnicas son inofensivas. A veces son el instrumento para una doctrina ajena al cristianismo, el esoterismo. Ningún hombre sensato debe compartir esta cosmovisión irracional en la que abundan los espíritus, los duendes y los ángeles (esotéricos), en la que se cree en la magia y los “iniciados” poseen un conocimiento secreto que se oculta al “pueblo llano”. Ya en tiempos del antiguo Israel se desenmascararon las creencias en dioses y espíritus de los pueblos vecinos. Sólo Dios es el Señor; no hay ningún otro dios fuera de él. Tampoco hay ninguna técnica mágica mediante la cual se pueda conjurar “la divinidad”, imponer sus deseos al universo y salvarse a sí mismo. Mucho del esoterismo es, desde el punto de vista cristiano, superstición y ocultismo.

¿Es el ateísmo un pecado contra el primer mandamiento?

El ateísmo es un pecado en cuanto rechazo o negación de la existencia de Dios. Pero la imputabilidad de esta falta puede quedar ampliamente disminuida en virtud de las intenciones y las circunstancias. [2123- 2128]

La frontera entre la imposibilidad práctica de creer y la resistencia a creer es con frecuencia imprecisa. La actitud de rechazar la fe sencillamente como algo sin importancia, sin haberla examinado detalladamente, es con frecuencia más grave que algún ateísmo teórico. 5

¿Por qué el Antiguo Testamento prohíbe las imágenes de Dios y por qué los cristianos ya no mantenemos esta prohibición?

Para proteger el misterio de Dios y diferenciarse de las imágenes de culto de los paganos, el primer mandamiento ordenaba: “No te fabricarás ídolos ni figura alguna” (Éx 20,4). Pero, puesto que Dios se ha dado a sí mismo un rostro humano en Jesucristo, la prohibición de imágenes quedó superada en el cristianismo. En la Iglesia de Oriente los iconos son considerados incluso sagrados. [2129­2132,2141]

Mediante su encarnación Dios ya no es el absolutamente inimaginable; desde Jesús podemos tener una imagen de su esencia: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14,9).09

En el siglo de oro español, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola, dieron gran valor a la imaginación contemplativa. No adoramos las imágenes, sino que adoramos a Dios a través de una representación en esa imagen.

Padre Javier Soteras

Material elaborado en base a las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica