Medicina del adolescente: la clave para solucionar los problemas de los jóvenes

jueves, 4 de enero de 2018
image_pdfimage_print

826042_dadb

4/1/2018 – La medicina del adolescente tuvo sus comienzos en Córdoba en el año 86 en el centro de salud escolar del Manuel Belgrano. Allí comenzaron los controles de los chicos y los estudios epidemiológicos. Actualmente, la medicina del adolescente trabaja en cuatro grandes bases: el adolescente, los padres, la escuela y la comunidad.

En diálogo con Radio María Argentina, la doctora Juana Presman, especialista en Medicina Interna y experta en Salud del Adolescente, sostuvo que en su examen médico a los ingresantes universitarios en el año 80, comenzó a descubrir problemas físicos y psico – sociales. “Cuando vi ese grupo de personas con necesidades insatisfechas descubrí que había una especialidad que se llamaba medicina del adolescente y funcionaba en California” expresó Presman  y agregó: “fue en ese momento que supe que yo quería especializarme en eso”.

La doctora señaló que la adolescencia viene del latín adolescere y significa crecer: “es un ser que se asoma al mundo, es el segundo nacimiento del adolescente”.

Presman diferenció la atención de los niños con respecto a los adolescentes al sostener que este último es un espacio privado donde existe la confidencialidad por parte del médico, a excepción que haya riesgo de vida. La segunda diferencia es el tiempo; es necesario un tiempo de consulta prolongado para poder generar un vínculo con el adolescente y conocer su mundo para solucionar el problema.

La experta en salud advirtió que en la consulta del adolescente hay dos motivos: uno real, el que se puede observar y otro oculto, la causa del problema. La doctora ejemplificó con un caso de un paciente que todos los domingos presentaba un problema estomacal. El motivo real era el dolor abdominal pero el motivo de consulta que “estaba detrás” era el bullying.

“El adolescente muchas veces es un anti-paciente” expresó la doctora y explicó que para ello el padre debe establecer un vínculo con el/la joven y convencerlo de ir al correspondiente centro de salud.