Haciéndonos eco de los dolores y necesidades del pueblo argentino, en estos tiempos de crisis, durante 9 días de oración nos acercamos al Señor del Milagro pidiéndole especialmente que interceda por nuestra Patria
Rezamos la oración de cada día y luego la oración por la Patria.
Oración: Señor del Milagro, en este primer día de la novena te pedimos que nuestra patria resurja desde lo más profundo de su identidad. Que le regales en el don del Espíritu Santo la posibilidad de encontrarse con el rostro real de aquello que está llamada a ser: Nación.
Oración: Queremos contemplarte, Jesús crucificado. Sabemos que las heridas que están en tu cuerpo son las nuestras, las que asumiste vos, las que cargaste sobre la cruz para curarnos. En tus heridas nuestras heridas han sido transformadas. Te contemplamos crucificado y nos vemos allí presentes; te sabemos vivo y resucitado en el momento mismo en que entregaste tu vida por nosotros en la cruz. Jesús, crucificado y resucitado, en vos confiamos. Amén.
Oración: En estas horas difíciles, Señor, venimos delante de Vos, de la mano de María, a pedirte que adelantes la hora en medio de nuestra crisis, que nos regales del vino nuevo de la alegría, del gozo, de la esperanza en medio de nuestras penas y sufrimientos. Te pedimos que renueves en nosotros el gozo de encontrarnos como hermanos en espíritu de diálogo. Que la cultura del encuentro renazca delante de Vos, Señor del Milagro. Amén.
Oración: Te contemplamos en la cruz, Señor, y sabemos que allí, de Vos brota la luz y la gracia de ser atraídos hasta Vos. Tu cruz es luz, Jesús, ella nos atrae. El fuego de tu amor es el que nos convoca: “Cuando yo sea puesto en lo alto atraeré a todos hacia mí”. Así sentimos en estas horas, en medio de la crisis, del dolor y del desconcierto, que tu cruz es la que nos convoca y nos trae la paz que necesitamos para sortear estos momentos de nuestra Patria. Gracias por tu ofrenda de vida en la cruz renovada en este tiempo, por nosotros los argentinos, Jesús, Señor del milagro.
Oración: María, estás con nosotros en este tiempo en el que muchos hijos tuyos están atravesados por el dolor de la incertidumbre, de la falta de trabajo, de la oscuridad de una noche de una crisis profunda cultural que atraviesa nuestra Patria, del desconcierto de los padres que sienten que sus hijos se les van de las manos detrás del narcotráfico, del alcoholismo y de tantos dolores que vive nuestra familia. Te pedimos Madre, que así como permanecés junto a nosotros en las cruces que vivimos, seas vos misma la que nos sostenga la esperanza en estas horas, con tu oración y tu intercesión frente a tu hijo, el Señor del Milagro.
Oración: Te vemos Jesús coronado de espinas, así reinas en la ofrenda de tu vida. Te contemplamos en la cruz como el Señor del milagro, así queres reinar también en medio del dolor de todos los que igual que vos están coronados por una serie de circunstancias crucificantes y dolorosas en sus vidas. Cuando te vemos reinando coronado de espinas, lejos de apartarnos de vos nos sentimos atraídos porque sabemos que después del dolor y de la muerte de cruz reinas en la Gloria y en la Resurrección. Esperamos eso también para nuestra Patria, después de estas horas duras y difíciles, poder ver y reinar a nuestra Nación en lo que estamos llamados a ser: una gran Nación.
Oración: Señor del Milagro, recibimos el regalo de tu Madre, madre nuestra. En estas horas duras y difíciles te pedimos que renueves junto a ella el lenguaje materno con el que comprendemos tu misericordia, tu ternura y cercanía para con nuestros pueblos. Te pedimos que le hables con tu lenguaje materno a los que más están sufriendo, especialmente a los que no tienen trabajo. Jesús, Señor del Milagro, regalanos una vez más la presencia de tu Madre.
Oración: Nosotros también por estas horas nos preguntamos ¿quién nos quitará de adelante las dificultades que impiden que nuestro pueblo camine hacia el lugar de promesa que le tenés, de ser una gran Nación. Y sabemos que en medio de nuestro caminar fatigoso y tantas veces errante, Vos te hacés presente para limpiar el camino y disponer las cosas para que mucho más allá de nuestras fuerzas y entregas, encontremos lo que hemos perdido. Danos la gracia de quitar los obstáculos que nos impiden caminar juntos, como familia, en esta Patria. Vos nos abrís caminos, vos hacés camino, vos nos aglutinás en el camino, Jesucristo Señor de la Historia.
Oración: Tantas veces caminamos como ciegos sin reconocerte en el camino. Pero, hay momentos en el que nos regalás, como en estas horas, la posibilidad de partir el pan de la fraternidad y entonces te descubrimos allí presente, vivo en medio de nosotros Jesús.
No pases de lado, Señor, quedate con este don maravilloso de hacernos hermanos y de ser en Vos hermanos. Que arda nuestro corazón en medio de las noches que atravesamos para que muchos se contagien de la luz de tu amor, esa que buscan a veces sin saber y esperan, tantas veces, sin poder terminar de esperar. Danos la gracia de ver arder tu presencia en medio de nuestro pueblo y recuperar allí la confianza que necesitamos para seguir adelante. Jesús, Señor de la historia, te necesitamos.
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