El desmonte agrava el escenario futuro de inundaciones en el Gran Chaco

martes, 28 de mayo de 2019
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28/05/2019 – Por estos días, miles de argentinos están padeciendo las consecuencias de las inundaciones que se han dado en el noreste del país por la cantidad de lluvias caída desde diciembre, prácticamente de manera ininterrumpida hasta hoy, porque, por ejemplo, en Formosa hoy amaneció lloviendo.

Hay familias que han perdido todo lo que tenían. Pueblos enteros bajo el agua. Miles y miles de hectáreas inundadas, con graves consecuencias para la actividad agropecuaria no sólo en el norte de Santa Fe, Corrientes, Chaco y Formosa, sino en toda la zona del Chaco americano que también incluye el sur de Paraguay.

Es una situación difícil que, según las proyecciones de los expertos en materia climática y geográfica, se puede complicar aún más en el corto y en el mediano plazo, porque la deforestación, la eliminación de la flora natural, del bosque chaqueño, es una de las principales causantes de las inundaciones.

Un reciente estudio presentado en conjunto por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Fundación Vida Silvestre Argentina, realizado en el marco del proyecto internacional “Colaboración para bosques y agricultura” demuestra que, si el uso del suelo sigue siendo como el actual, para el año 2028 se producirá una pérdida adicional de casi 4 millones de hectáreas de bosques en la región chaqueña, lo que equivale a 200 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires.

La eliminación del bosque nativo está relacionada con el avance de la frontera agropecuaria, en general, con las plantaciones de soja. Un estudio del INTA de Marcos Juárez, Córdoba, es contundente para explicar el proceso y las consecuencias: el monte nativo absorbe 300 milímetros de agua por hora. Una pastura convencional (donde hay ganado) 100 milímetros. Y un campo con soja apenas 30 milímetros por hora.

Al respecto dialogamos con Fernando Miñarro, Director de Conservación y Desarrollo Sustentable de la Fundación Vida Silvestre quien destacó: “Si el uso del suelo sigue siendo como el actual, para el 2028 se producirá una pérdida adicional de casi 4 millones de hectáreas de bosques chaqueños, lo que equivale a 200 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires”.

En la última década, en la Argentina se ha deforestado un promedio de 240.000 hectáreas anuales de bosques nativos, y el Gran Chaco es una de las ecorregiones más afectadas por esta problemática.

El clima extremo y las condiciones que genera la deforestación no sólo producen una tragedia ecológica, sino también fuertes pérdidas económicas.

En Radio María Argentina dialogamos sobre este tema con el biólogo Federico Kopta, del Foro Ambiental Córdoba quien aseguró que “es muy difícil frenar la deforestación porque hay una pugna entre los intereses económicos y la conservación. En el hemisferio sur están ganando lamentablemente los intereses económicos”.