El fracking y la influencia de Estados Unidos en la política energética argentina

martes, 24 de julio de 2018
image_pdfimage_print

Instalaciones de Vaca Muerta, uno de los mayores reservorios de hidrocarburos no convencionales en Argentina.

24/07/2018 – Actualmente Argentina desarrolla el ‘fracking’ en su territorio mediante corporaciones extranjeras.

El fracking es una técnica utilizada para extraer gas y petróleo de yacimientos no convencionales, pero muchos ambientalistas denuncian que la actividad es altamente contaminante.

La geopolítica no es un detalle menor al momento de entender por qué se altera la vida de las comunidades con esta práctica. “El desarrollo del fracking en Argentina es una política establecida desde Estados Unidos”, así lo considera el sociólogo de la Universidad de Buenos Aires Juan Pablo Olsson quien en dialogo con nuestra emisora sostuvo que “la narrativa de Donald Trump es que, el calentamiento global no existe y que hay que profundizar la industria fósil y como hay una tendencia que dice que se están acabando los combustibles fósiles, la nueva tendencia mundial, promovida por Estados Unidos, es explotar el petroleo y el gas no convencional”.

Un poco de historia

Hasta hace unos años, Argentina podía obtener de su propio suelo los hidrocarburos que necesitaba para abastecer su matriz energética pero las reservas de combustible empezaron a agotarse y a partir de 2010 el país debió empezar a importarlo.

Con el objeto de revertir esta situación, nuestro país busca extraer petróleo y gas no convencional atrapado a enormes profundidades dentro de la llamada “roca madre o generadora”.

Para liberar ese combustible se tendrá que aplicar la polémica técnica de facturación hidráulica o fracking. Se trata esta de una técnica cuyo impacto a largo plazo podría ser peligroso para el medio ambiente

Esteban Servat es científico, biólogo e integrante de la organización “EcoLeaks” que viene denunciando las consecuencias del fracking y las intenciones del gobierno de la provincia de Mendoza de utilizar dicha practica sin importar los estudios de impacto ambiental.

Al ser consultado sobre la influencia de Estados Unidos en la aplicación de esta técnica en nuestro país, Servat sostuvo que, “el principal impulsor del fracking es Donald Trump y el fracking es el brazo energético de Trump”.

Para Servat, “no se trata esta de una lucha de ambientalistas (que también los hay), que no es una lucha de activistas (que los hay) sino que es una lucha de ancianos, mujeres, niños, jóvenes y de toda persona de a pié que solo queremos proteger nuestra agua y nuestros recursos naturales”.