El Papa Francisco llamó por teléfono durante la vigilia en la Plaza de Mayo

martes, 19 de marzo de 2013

Antes del inicio de la celebración en la Plaza San Pedro, el Papa Francisco se comunicó por teléfono y habló por los altoparlantes con los miles de fieles que estaban en la Catedral porteña, los bendijo y les pidió que se cuiden unos a otros. "Gracias por haberse reunido a rezar y por las oraciones. Es lindo rezar porque es mirar al cielo y saber que tenemos un Padre bueno que es Dios", dijo el Sumo Pontífice.

La emoción llegó a su máximo esplendor cuando hacia el final agregó: "No se olviden de este obispo que está lejos y los quiere mucho. Recen por mí".

Antes del inicio de la celebración en la Plaza San Pedro, el Papa Francisco se comunicó por teléfono y habló por los altoparlantes con los miles de fieles que estaban en la Catedral porteña, los bendijo y les pidió que se cuiden unos a otros. "Gracias por haberse reunido a rezar y por las oraciones. Es lindo rezar porque es mirar al cielo y saber que tenemos un Padre bueno que es Dios", dijo el Sumo Pontífice.

La emoción llegó a su máximo esplendor cuando hacia el final agregó: "No se olviden de este obispo que está lejos y los quiere mucho. Recen por mí".

El P. Javier Soteras, desde la Plaza San Pedro, nos acerca un informe sobre la misa de inicio de Pontificado del Papa Francisco: "Es increíble todo lo que hemos vivido en estos días, y todo lo que hemos podido compartir con ustedes, desde 12mil kilómetro de distancia"

"Queridos hijos: sé que están en la plaza, se que están rezando, gracias por las oraciones, las necesito mucho. Gracias por haberse reunido a rezar; es tan lindo rezar, porque es mirar hacia el cielo y saber que tenemos un Padre bueno que es Dios. Gracias por ésto.

Les quiero pedir un favor: caminemos juntos todos, cuidémonos los unos a los otros. Cuidensé entre ustedes, no se hagan daño, cuidensé. Cuidensé la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden a los niños, cuiden a los viejos. Que no haya odio, que no haya pelea, dejen de lado la envidia, no le saquen el cuero a nadie, dialoguen. Que entre ustedes, este deseo de cuidarse vaya creciendo en el corazón. Y acerquensé a Dios. Dios es bueno, Dios siempre perdona, Dios comprende, no le tengan miedo, Dios es Padre, acérquense a Él. 

Y que la Virgen los bendiga mucho, que ella como madre los cuide. Y por favor no se olviden de este obispo que está lejos pero que los quiere mucho. Recen por mí".