Eucaristía y personas con discapacidad: “La Iglesia es casa de todos”, dijo el padre Rossi

lunes, 4 de diciembre de 2017
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padre rossi cnn

El sacerdote, hijo espiritual del papa Francisco, fue muy crítico con quienes, según una denuncia pública, impidieron tomar la Primera Comunión a una nena con síndrome de Down que se había preparado durante dos años.

4/12/2017. “Ciertamente es indignante” dijo el padre Ángel Rossi SJ, superior de la Residencia Mayor de la Compañía de Jesús en Córdoba, al ser consultado por Radio María sobre el episodio en el cual, según denunció una familia de Malargüe, diócesis de San Rafael, Mendoza, se le impidió tomar la Primera Comunión a una niña de 11 años con síndrome de Down.

“Yo diría que, pastoralmente, es aberrante y, humanamente, vergonzoso y no sé si miserable porque es realmente grave”, dijo Rossi.

El episodio involucró a los padres y familiares de la pequeña quienes, muy disgustados, publicaron en las redes sociales que el sacerdote Luis Sanjurjo, de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Malargüe, había impedido tomar la Eucaristía a la pequeña porque “no podía rezar de corrido el Padrenuestro”.

Desde la parroquia dieron otra versión de lo ocurrido, pero varios testimonios corroboraron que la intervención del sacerdote dejó muy mal parada a la Iglesia, alejada de una actitud evangélica de acogida.

El Derecho y la pastoral

“Los niños con síndrome de Down –reflexionó el padre Rossi– tienen una sensibilidad y una percepción espiritual que ojalá el padre Luís (Sanjurjo) y yo tuviéramos; y, por otro lado, si queda alguna duda sobre si la niña puede o no recibir la Eucaristía, en caso de dudas, la Iglesia dice que debe resolverse a favor del derecho del bautizado a recibir ese sacramento”.

En una mirada pastoral, el sacerdote jesuita recordó que el papa Francisco, en la exhortación “Evangelii Gaudium” describe a estas cosas como “formas de ‘fariseísmos actuales’, y que usa tres “bombazos” para describirlos. Dijo Rossi que el Papa llama de tres maneras a quienes actúan de esta manera: “hipócritas de la casuística”, “intelectuales sin talento” y “eticistas sin bondad”.

Además, tras subrayar que en el caso concreto la niña se había preparado durante dos años para recibir el sacramento, Rossi advirtió: “No es que se tire el sacramento a la ‘manchancha’ que es el argumento que suele usar esta gente para justificar sus actos terribles; sino que hay que acoger a todos; porque, como dice el Papa, si no acogés a todos tendrías que cerrar la parroquia”.

Relató que, en una oportunidad, un sacerdote le dijo al entonces arzobispo Jorge Bergoglio (actual papa Francisco) algo así como “estos chiquitos no entienden”, como para justificar el no aceptarlos para la Comunión. Y que el ahora Papa le respondió: “El que no entiende sos vos”.

En ese sentido, remarcó que Francisco pide con reiteración “no convertir a la Iglesia en una aduana ni al párroco en dueño de una ‘aduana’ que determina quien pasa y quien no”.

Por último, señaló que “si el Papa se enterara de este caso invitaría a esta niña y a su familia a la Plaza San Pedro, en El Vaticano, a tomar su Comunión, luego de llamar a este sacerdote y decirle algunos cuantos ‘piropos’”.

Ojo con la rigidez

Por su parte, el padre Pablo Molero, responsable de la Comisión de Personas con discapacidad del Arzobispado de Buenos Aires, dijo que lo sucedido en Mendoza “es un absurdo”, y que “a veces hay ciertas maneras de pararse ante la cuestión religiosa y de la fe por parte de catequistas y de algunos sacerdotes que es muy rígida en ciertas cuestiones que me parece que no va en el sentido de las cosas”.

Aseguró que si alguien viene preparándose y, en el caso de esta niña, llegó hasta donde pudo llegar, no se le puede negar el sacramento, ni a ella ni a nadie”.

Recordó que toda aquella persona que desee recibir a Jesús en la Eucaristía puede acercarse a una parroquia y ver los pasos a seguir, sea cual fuere su condición. Y remarcó que en todas las diócesis hay o debería haber catequistas preparados para catequizar a personas con alguna incapacidad.