El 48% de los jóvenes argentinos no terminó el secundario

miércoles, 12 de diciembre de 2018
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12/12/2018 – Tienen entre 18 y 29 años y suman más de 8 millones en todo el país. Casi la mitad de ellos (48%) no completó el nivel medio de educación. Por eso, obtienen empleos más precarizados y de menor paga, no tienen cobertura de salud y sufren más conflictos psicológicos.

En el país viven 8,4 millones de jóvenes de entre 18 y 29 años. Representan el 20 por ciento de la población. No reciben el cuidado de los más pequeños, ni el de los más grandes. Muchos aún viven con sus padres. Muchos otros ya tienen hijos. Algunos estudian carreras universitarias, otros sobreviven con trabajos precarizados. Cuatro de cada diez no pudieron terminar el secundario porque ya venían de infancias y adolescencias excluidas y vulneradas.

Así lo revela un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Pontificia Universidad Católica que lleva por título “Juventudes desiguales: oportunidades de integración social”.

El informe muestra cómo la sociedad mutó de una configuración social en la que los jóvenes, con mucho esfuerzo, podían llegar a lograr una movilidad social a otra, a la configuración actual, donde las juventudes pueden llegar a tener mayor acceso a la educación, y sin embargo -y aunque se ponga mucho esfuerzo- no alcanza para el progreso social en condiciones de pobreza.

Por el contrario, los jóvenes de estratos medios y altos logran sostener su pertenencia social por atributos del origen social y no siempre por méritos individuales.

Santiago Poy es sociólogo, doctor en Ciencias Sociales, especialistas en temas de pobreza, desigualdad, mercados de trabajo y políticas sociales. Poy es autor de este informe y, en diálogo con Radio María Argentina subrayó al respecto: “es el primer estudio sobre juventudes (18 a 29 años) en el Observatorio. El informe muestra que hay múltiples juventudes marcadas por las desigualdades. Los resultados son preocupantes.”

El sociólogo aseguró que, los “factores que inciden en que los jóvenes no terminen el secundario son factores socioeconómicos muy fuertes , sociodemográficos de altas demandas de cuidado y de género (los varones dejan la escuela más que las mujeres).”