Caso ANSES: La soledad y el desamparo de los adultos mayores

jueves, 6 de julio de 2017

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06/07/2017- Rodolfo Oscar Estivill tenía 91 años, estaba jubilado, no pasaba angustias económicas; sí algunas físicas. Y estaba solo. La soledad es el rasgo que se define más nítido cuando se intenta conocer su situación antes de tomar la trágica decisión de quitarse la vida, lo que hizo la semana pasada en una oficina de la Anses de Mar del Plata. 

En su matrimonio no tuvo hijos y hace unos ocho años enviudó. Médico retirado, Rodolfo tenía dos sobrinas que vivían en Buenos Aires y que lo visitaban cada mes. Ambas lo habían acompañado a la Anses la mañana del día en que sucedió la tragedia. El anciano y sus sobrinas habían ido a averiguar cómo cambiar el domicilio de pago de los haberes jubilatorios de Estivill, ya que tenían previsto que él se mudara más cerca de ellas.

A raíz del triste episodio, en Diálogos de Actualidad contactamos a Cecilia Lorenzo, Lic. en Comunicación Social, periodista especializada en temas de vejez y conductora del programa “Palabras Mayores” que se emite a través de la señal del Multimedio SRT en la provincia de Córdoba.

Ante lo ocurrido dijo que le “generó mucha tristeza” como a todos y que “con el correr de las horas a medida que fue pasando el día la tarde” tratando de construir el hecho, también le provocó “mucho malestar ver el uso que se le estaba o de la manera que se estaba tomando esta noticia para convertirla en un enfrentamiento otra vez político. Donde se politizó, donde se tomó la muerte de una persona, el suicidio de esa persona se le dio una lectura totalmente política, por el lugar donde sucedió”.

Sobretodo por la responsabilidad que “tenemos porque antes que nada hay una persona que decidió terminar con su vida”. Antes de entrevistar a las sobrinas, se habían ya elaborado muchas hipótesis sobre la causa.

Claramente, según Cecilia “hubo un mensaje. Creo que el mensaje está para todos, para que nos detengamos a mirar : ¿Qué pasa a los viejos? ¿que nos está pasando como sociedad que no los estamos viendo, no los estamos escuchando? El se detuvo en la escalera para decir mirenme, escuchenme, no puedo más”.

Se entiende la polémica del acontecimiento porque “cuando uno piensa en un viejo, asocia con PAMI y ANSES” dijo Cecilia, ya que son los “lugares simbolicos donde van muchas personas grandes”.

Además de que “a la vejez se le ha colocado en un lugar donde se lo asocia con problemas, con enfermedad. Se le da un lugar que muchos no quieren llegar a esa edad” explicó la periodista y agregó que “hay una mirada muy negativa a esa etapa de la vida que nos asusta y nos da un poco de temor”.

Con respecto a uno de los principales problemas, la periodista dijo que “parece que está faltando gente en este tipo de organismos que se ponga en el lugar del viejo, que antes de tomar determinado tipo de medidas y decisiones piense para que población estamos trabajando”. Y se nota porque “hay mucho maltrato de parte de quien está en contacto con los adultos mayores. No tener paciencia para escucharlos , no tener paciencia cuando están pagando para que cuente la plata, que se pone nerviosa”. Aunque no sabe si es “consciente o  adrede, pero mucha veces la indiferencia, la ignorancia el no saber cómo, nos lleva a maltratar”.

Con una mirada esperanzadora, Cecilia dijo que “el cambio tiene que venir de nosotros”. “Empezar a trabajar desde la familia. Detenerse un segundo y pensar qué lugar tienen los viejos hoy”.  Y que tendríamso que volver a la época cuando “el viejo tenía un lugar de privilegio”, ya que cómo tratamos a nuestros adultos mayores “estamos mostrando cómo queremos ser tratados en el día de mañana” cuando lleguemos a esa edad.

Una aclaración aparte, la Lic. Cecilia utiliza la palabra “viejo” porque “no me gusta usar eufemismos y la palabra viejo yo la uso desde el lguar del respeto, del cariño, de valorizar esta palabra que tiene que ver con estas personas que transitan la vejez”.