Pentecostés es una invitación a dejarnos llevar

viernes, 6 de junio de 2014
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Padre Angel Rossi3

06/06/2014 – En el espacio de “Palabras de vida” el Padre Ángel Rossi invitó a renovar la petición por el Espíritu Santo. “Y si pedimos “ven Espíritu Santo”, cuando uno invita hay una contrapartida que es la docilidad”.

El jesuita cordobés dijo que Pentecostés es una invitación a dejarnos llevar. Como una hoja de otoño se deja llevar por el viento. Dejar que el viento del Espíritu barra nuestros impedimentos. Pentecostés es la oportunidad para oír la voz del Señor que nos llama a dejarnos quemar, a volver a nacer, a dejarnos llevar. Por eso la pregunta que podemos rumiar en éstos días es ¿Hacia dónde te sentís llevado? ¿hacia quienes se te invita a ir?. Abran las puertas.

Ven Espíritu Santo porque quizás andamos débiles, porque estamos solos, porque necesitamos ser curados, porque nos faltan las fuerzas… El Espíritu Santo reanima a los desanimas y se hace pregunta que a su vez nos interroga ¿a dónde fue a parar aquel ardor, aquel que tenías cuando estabas enamorado?, dice algún autor. Docilidad, ven Señor Jesús, Ven Espíritu Santo. 

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Si el Espíritu Santo es viento nosotros tenemos que tener la docilidad del otoño que entrega al viento las hojas muertas, entonces las ramas desnudas de nuestro corazón se convierten en potencialidad de nueva vida. No habría nuevo crecimiento si el otoño no estuviera dispuesto a abandonar lo que ha sido. Lo mismo ocurre con nuestras vidas. Este viento, implica en nosotros la docilidad del otoño.

En este nuevo Pentecostés que pedimos, como decíamos al principio, supone la docilidad y preguntarnos si estamos dispuestos a entregar las hojas muertas del corazón para que pueda brotar la primavera del Espíritu.

Padre Ángel Rossi sj