Plantaron un olivo en el ingreso a la Conferencia Episcopal Argentina

jueves, 9 de junio de 2016

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09/06/2016 – Un olivo, el árbol que es signo de la paz, recuerda desde ayer en el ingreso a la Conferencia Episcopal Argentina el gesto de unidad para rezar por la paz en el mundo. El mismo fue plantado a las 13 del miércoles 8 de junio, horario en que se había convocado a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a detener sus actividades para rezar #UnMinutoPorLaPaz, cada uno desde su fe, por las situaciones de conflicto que alteran la paz mundial.

El olivo fue plantado sobre la vereda de calle Suipacha el 1032 en la ciudad de Buenos Aires, en un lugar destinado para tal fin. Participaron el Secretario General de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Carlos Malfa; el Secretario de Culto de la Nación, Embajador Santiago de Estrada, el Presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Ingeniero Emilio Inzaurraga y representantes de diversas instituciones y organismos que adhirieron a la convocatoria. Además, durante el sencillo acto se rezó además la oración por la paz de San Francisco de Asís.

A través de este gesto y la oración de miles de personas en todo el país, la Iglesia en Argentina se adhirió a la convocatoria lanzada por el Foro Internacional de la Acción Católica para conmemorar los dos años del histórico encuentro en el Vaticano promovido por el Papa Francisco con los presidentes de Israel y Palestina.

Al término del acto, Mons. Carlos Malfa comentó que “quisimos realizar un sencillo gesto que exteriorizara nuestro compromiso por trabajar por la paz en el mundo comenzando por lo primero que podemos hacer los creyentes, que es rezar”. Malfa expresó que hay muchas situaciones en el mundo que requieren nuestra atención. Hoy especialmente ponemos nuestra mirada en los refugiados y migrantes que tienen que abandonar su patria con un futuro incierto. No solamente rezamos por ellos para que puedan rehacer sus hogares, sino también por los que ejercen el poder y las naciones que los reciben, para que haya una mirada justa y solidaria capaz de lograr una convivencia que venza la indiferencia y nos podamos compadecer con el dolor ajeno”.

El obispo de Chascomús recordó también que este año, el Papa Francisco, en su mensaje por la Jornada Mundial de la Paz, nos ha llamado a “vencer la indiferencia” porque ella “constituye una grave falta al deber que tiene cada persona de contribuir, en la medida de sus capacidades y del papel que desempeña en la sociedad, al bien común, de modo particular a la paz, que es uno de los bienes más preciosos de la humanidad”.

Por eso el Papa, dijo Malfa, nos ha llamado a vencer la indiferencia con la solidaridad y la misericordia, porque Dios no es indiferente, está atento y actúa, y este gesto de oración nos ayuda a comprometernos y abrirnos al dolor que produce la falta de paz.

Por su parte, el Embajador De Estrada y el subsecretario Alfredo Abriani expresaron su beneplácito por esta convocatoria “en la que la repetición no es aburrida, sino signo de coherencia”. “Estos gestos de oración para construir la paz deben multiplicarse”, afirmó Abriani. En tanto, De Estrada manifestó que esta expresiones en Argentina no asombran y siguen encendiendo la llama de la fraternidad.