Beato Ceferino Namuncurá

martes, 26 de agosto de 2014
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El beato Ceferino Namuncurá (Chimpay, 26 de agosto de 1886 – Roma, 11 de mayo de 1905) fue un joven salesiano argentino, hijo de un cacique Mapuche. Estudió en un colegio de los Padres Salesianos y allí descubrió su vocación: quería ser sacerdote para llevar a la gente de su raza el mensaje del Evangelio. Desde muy joven su salud no era muy buena, pero comenzó sus estudios sacerdotales en Viedma. Allí lo descubrió Monseñor Cagliero y decidió llevarlo a estudiar a Roma, creyendo que el cambio de clima lo beneficiaría.

Una vez en Roma es recibido por el Papa Pío X frente al cual pronuncia un breve discurso. Su salud continuaba desmejorando y finalmente, al año de encontrarse en Roma, fallece. Era el 11 de mayo de 1905 y todavía no había cumplido los 19 años. Se dice que el Papa, entristecido, dijo: “Era una bella esperanza para las misiones de la Patagonia, pero ahora será su más válido protector”.

Ceferino representa la prueba más convincente de la fidelidad con la que los primeros misioneros mandados por don Bosco lograron repetir aquello que él había hecho en el Oratorio de Valdocco: formar jóvenes santos.

Al beato argentino, dos hechos lo lanzaron hacia las cumbres más altas: la lectura de la vida de Domingo Savio, de quien fue un ardiente imitador; y la primera Comunión, en la que hizo un pacto de absoluta fidelidad con su gran amigo Jesús. Desde entonces este muchacho, que encontraba difícil “ponerse en fila” y “obedecer al toque de la campana”, se convirtió en un modelo.