El Día Mundial del Niño por Nacer, que se celebra el 25 de marzo, es para nuestro país una celebración especial, no sólo porque Argentina fue el primer país de Latinoamérica en reconocer la necesidad de contar con esta fecha, sino que además fue el primero del mundo en instituirla efectivamente en diciembre de 1998.
La fecha fue escogida por ser el día en que celebramos la Fiesta de la Anunciación, cuando Jesucristo es concebido en el seno de la Virgen María.
La primera celebración oficial del Día del Niño por Nacer en Argentina se produjo el 25 de marzo de 1999. El acto central se realizó en el Teatro Coliseo de Buenos Aires y congregó a representantes de nuestra Iglesia en el país e invitados especiales del Vaticano y las Naciones Unidas.
La protección de los derechos de las personas por nacer es una tarea que debemos defender con fuerza porque tenemos la convicción de que hay vida y persona humana desde el momento de la concepción en el seno materno.
En este día pidamos con San Juan Pablo II por todos los niños por nacer:
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.
Amén.